ASÍ LO VEO
DANIEL ROSA
Por el flojo desempeño en ofensiva que tuvo el equipo y por la forma sufrida en que se consiguió ante un rival de escaso peso como Egipto -que ni siquiera contó con su figura Mohamed Salah-, quizá la gente no valore de manera real lo importante de haber comenzado con un triunfo la Copa del Mundo. Entonces, es bueno darse cuenta cómo le ha ido a otros para tener una referencia.
Siempre ganar el primer partido no solamente refuerza la confianza, sino que también otorga una tranquilidad que permite trabajar mucho más cómodo sobre los errores a corregir y, sobre todo, un panorama mucho más favorable de futuro.
No tengo dudas que Uruguay será uno muy distinto el miércoles frente a Arabia Saudita en Rostov. La ansiedad del debut ya pasó, la presión de ganar un partido debut luego de 48 años ya tampoco existe y hasta la forma en que se logró la victoria, con un gol agónico conseguido por un zaguero, dejan en lo más alto la confianza. Una victoria asegurará la clasificación y si es con goleada, mejor, aunque quizá no sea necesaria, porque Egipto ante Rusia seguramente tendrá a Salah y le puede robar un empate.
Muy distinto es lo que pasa, por ejemplo, en Argentina y Perú. Los dos debutaron ayer y no pudieron ganar, aunque ambos tuvieron la oportunidad de hacerlo.
Los albicelestes dispusieron de un penal en los pies de Lionel Messi cuando el encuentro ante Islandia estaba 1-1 y el rosarino lo falló. Al igual que su compañero de Barcelona y amigo, Luis Suárez, no tuvo una buena jornada. Y para Argentina no ganarle a Islandia es como una derrota.
Perú mereció ganarle a Dinamarca (también desperdició un penal, con Cueva fallando el arco) y terminó perdiendo 1-0.
Luego de tres días de competencia, jugaron tres sudamericanos y solo uno pudo ganar: Uruguay. Hoy debutará Brasil ante Suiza y el martes Colombia frente a Japón. Hasta el momento La Celeste es la única que ha sacado la cara por Sudamérica, lo que no es poca cosa.