Con lo justo, en la hora, y con goles claves, Nacional llegó al Campeonato 46.

Pocos se acordaron por lo que tuvo que pasar este Nacional de Lasarte al inicio del Uruguayo Especial. No le fue fácil empezar a recorrer el camino de la victoria. Al contrario, costó más de la cuenta.

El tricolor solo había podido sumar tres puntos en las primera tres fechas: Saldo negativo de dos derrotas y una victoria. Debutó perdiendo con Danubio, venciendo a Plaza Colonia 2-1 y volvió a caer con Liverpool 2-1.

Fue un inicio titubeante, y lleno de dudas. Pero reaccionó a tiempo. Logró enderezar la ruta hacia el título con una racha de siete victorias consecutivas, y con un invicto que mantuvo hasta el final en el Parque Central, un reducto que se hizo inexpugnable para todos sus rivales.

El Nacional de Lasarte encontró puntos altos, regulares y bajos a lo largo de una ruta complicada.

Ganó partidos trascendentes sobre el final (contra Fénix, Villa Española y Sud América) y se impuso con luz ante adversarios que llegaban entonados, como sucedió ante Wanderers en el Parque Viera, para muchos, de las mejores performances en el torneo.

Las individualidades tuvieron un peso superlativo. Muchas veces fue Conde con sus atajadas, Fucile con sus subidas, Kevin Ramírez con desbordes y goles, pero las más, tuvieron a Martín Ligüera como protagonista. De hecho, fue la gran figura del tricolor en el Uruguayo Especial.

Ligüera hizo goles fundamentales. El de tiro libre ante Fénix cuando el cero no se rompía y se llegaba al final, la intuición en la hora para abrir el marcador ante la IASA, o el manejo de pelota en los encuentros que el rival arreciaba sobre el arco tricolor.

Pero no fue el único. Hubo un antes y un después en el rendimiento de Hugo Silveira. Anotó su primer gol con la tricolor ante Villa Española y lo ganó en la hora. De ahí en más Silveira pasó a ser figura y se transformó en titular indiscutible del tricolor.

La ruta al título no fue sencilla, pero no tuvo derrapadas.

URUGUAYO ESPECIAL