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La ruta de los goles k

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Golazo. Ramírez metió el remate fuerte y bajo contra un caño: el primero, e importante. Foto: Ariel Colmegna

Kevin Ramírez convirtió dos tantos en tres días: un producto muy esperado.

Kevin Ramírez volvió a convertir, sólo tres días después de que hubiera anotado el primero que hizo desde que se incorporó a Nacional, como si el gol que le metió a River Plate por la Copa el jueves pasado lo hubiera cebado.

Es que, al fin y al cabo, ese indicador que surge de la eficacia que últimamente viene teniendo el ex delantero de Wanderers es lo nuevo de este Nacional que, desde que empezó a afrontar la doble actividad local e internacional, recién ahora viene a sumar dos triunfos al hilo en el fútbol de entrecasa, con las victorias frente a El Tanque Sisley y Defensor Sporting que lo van alejando del oscuro túnel por el que pareció atravesar con el empate ante Juventud y las derrotas contra Cerro y Plaza, en ambos casos de visitante.

Más aún, Nacional tuvo que esperar por los goles de este riverense del barrio Pueblo Nuevo que el 1° del corriente cumplió 22 años; inclusive hasta más de lo que lo hizo —no sin algunos silbidos— la hinchada, que veía que quien por algo había sido el tercer goleador del Torneo Apertura con igual cantidad de tantos que los anotados nada menos que por Iván Alonso, con el agregado de que los hizo en Wanderers, no la embocaba.

En efecto, porque Ramírez se sumó al plantel principal de los tricolores el 9 de enero de este año, después del inicio de los trabajos para afrontar el segundo tramo de la temporada, pero también por algo el 9 de diciembre pasado, cuatro días antes de las elecciones del club, Ovación tituló: "Boca de urna: Nacional vota por Kevin Ramírez". Ni premonición ni un bolazo: cuando todo el mundo tricolor estaba con la mente puesta en el acto eleccionario, Alejandro Lembo por una obvia indicación de Gustavo Munúa se comunicó con Sebastián Revetria, que es el representante del atacante que anoche clavó dos golazos.

Concretamente, Ramírez fue el primer jugador que salió a buscar el entrenador tricolor para este año; y, seguramente, eso hizo que luego lo bancara, aunque no por el hecho de haber pedido su llegada ya a fines del año pasado: Munúa se tomó el tiempo necesario para ir trabajando, modelando y hasta transformando al que era un goleador y hoy es un jugador de equipo, punzante, rápido, definidor, de precisa pegada, y también recorrido largo, perpendicular y muy vertiginoso no sólo para ir en busca del desborde y meter el pase al área, o llegar al área contraria, sino también para bajar a recortar espacios en la izquierda del mediocampo, como lo hizo ayer —cuando Defensor Sporting temía la pelota— casi en la línea del "Colo" Romero y Carballo.

Ese "producto" era el que buscaba el técnico tricolor cuando pasaban los partidos, Ramírez no metía goles y, aún cuando Munúa hacía los tres cambios, el riverense seguía hasta el final adentro de la cancha.

Eran los días en los que Nacional fue a jugar contra el Palmeiras en San Pablo, y quienes se lo habían "pedido" le comentaron a Revetria que "ha tenido un crecimiento enorme"; y hoy, con la cartas a la cista, claro, el representante del futbolista dice, cuando recién terminó el partido del Franzini, que "Munúa lo ha transformado en un jugador completo, lo convirtió en algo que no hay: es muy difícil ver uno que aguante ese ida y vuelta todo el partido; el gol a River le dio confianza, y tiene un físico privilegiado".

Justamente, el goleador —y ahora jugador de equipo, ordenado y solidario— que no había aparecido, explotó en el momento menos esperado, porque "por una lesión en el abductor primero y una gripe después, creímos que contra River no iba a jugar porque estuvo dos semanas sin hacer nada".

Sin embargo, Ramírez le metió un gol al cuadro de "JR" y otro a Defensor Sporting con un latigazo bajo, tan sólo tres días más tarde. Además de su gran despliegue en favor del aspecto táctico, es lo nuevo de Nacional, al fin y al cabo: los goles "K" —importantes— con los que volvió a la ruta de los triunfos al hilo en la actividad de entrecasa, que había perdido tras ganarle a Villa Teresa, River Plate y Wanderers.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Golazo. Ramírez metió el remate fuerte y bajo contra un caño: el primero, e importante. Foto: Ariel Colmegna

NACIONALJORGE SAVIA

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