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Rosario Martínez: "La gente de Nacional no me quiere y tengo derecho a ser recíproco"

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Rosario Martinez
Archivo El Pais

CONFESIÓN

Rosario Martínez no anduvo con vueltas para explicar los motivos por los que si la institución tricolor le ofreciera ser el técnico él diría que no.

“Si mañana Nacional me llama yo le voy a decir que no”. Así de directo fue Rosario Martínez a la hora de responder qué haría si lo llamara un equipo grande para ofrecerle el cargo. No descartó a Peñarol, pero a la institución tricolor le cerró definitivamente la puerta.

El entrenador tiene sus argumentos para ello. “Yo ya trabajé en Nacional —también en Peñarol— y cada vez que dirijo a cualquier equipo contra Nacional los hinchas me insultan permanentemente. Y yo no les hice nada. Trabajé lo más dignamente posible para el club con Roberto Fleitas. La gente de Nacional no me quiere y tengo derecho a ser recíproco. Si ellos no me quieren a mí, ¿por qué no puedo no quererlos yo a ellos?”, apuntó el técnico de 62 años, cuyo último trabajo fue en Rampla Juniors en 2019.

Entrevistado por el programa Cien Por Ciento Deporte, el periodista Federico Buysan le propuso un juego: mantener un diálogo ficticio con José Decurnex, presidente de Nacional. Y allí Martínez contó que si recibiera ese llamado, respondería: “Cuando quiera nos sentamos a conversar, pero no es mi intención ser el técnico de su equipo”.

Descartó que el contacto fuera a ocurrir porque “ellos (los dirigentes de Nacional) saben que no voy” y acotó que sabe que no podrá tener un buen feeling con la hinchada tricolor. “Es una lucha desigual, porque son muchos atrás mío y no es tan fácil cambiar silbidos por aplausos”.

Rosario Martínez, nacido en Santa Lucía, ha dirigido a Olmedo (Ecuador), Xelajú (Guatemala), Progreso, Independiente Petrolero, Real Santa Cruz, Real Potosí, Guabirá (los cuatro de e Bolivia), Universidad Católica (Ecuador), Fénix, Racing, Liverpool y Rampla Juniors.

En Nacional fue asistente técnico de Roberto Fleitas y en Peñarol de Gregorio Pérez, a quien definió como uno de los pocos de su círculo íntimo que “siempre está. Esté en Uruguay, en Argentina, en Perú o donde sea, siempre atiende el teléfono”.

¿Por qué nunca tuvo la oportunidad de dirigir a un grande? Dijo no tener la respuesta, pero sí está seguro que “el estilo futbolístico no tiene nada que ver con eso, porque mi fútbol va con la realidad que marca el momento. Me gustan los equipos que atacan bien y defienden bien. No ando con el discurso que pienso solo en el arco de enfrente, porque el fútbol es equilibrio permanente”.

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