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Ronald Koeman, el hombre que le dijo "No" a Luis Suárez

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Ronald Koeman
SERGEI GAPON

FUTBOL INTERNACIONAL

El técnico neerlandés despidió al "Pistolero" y hoy Barcelona padece la falta de gol

La primera medida de Ronald Koeman como técnico del Barcelona fue bajarle el pulgar a Luis Suárez. El profesional neerlandés argumenta que la decisión no fue solo suya, pero la prensa española comentó en ese momento que la intención del entrenador fue marcar territorio y exhibir su poder, al borrar del plantel a un futbolista histórico y a la vez íntimo amigo de Lionel Messi.

Los modos no fueron los más adecuados para despedir al tercer goleador histórico del Barca. Suárezcomentó que le resultó chocante ir a entrenar y que lo mandaran aparte porque no entraba entre los 22 jugadores en un picado de once contra once.

Sin Suárez, el comienzo de temporada para Barcelona fue titubeante. En los últimos partidos Messi sacó la cara por el equipo, pero todavía no está en la pelea por el título y en la Champions League deberá jugársela ante las ambiciones siempre frescas del PSG.

El técnico llegó en agosto por decisión del presidente Josep Maria Bartomeu, pero este renunció a su cargo en octubre, luego de que se aprobara un voto de censura para removerlo de sus cargo. Un coletazo de la mala campaña del 2019-2020, que culminó con la histórica derrota por 8 a 2 ante Bayern Munich por la Champions.

SU TRAYECTORIA.. Koeman no es un desconocido para el fútbol uruguayo. Muchos años antes de cruzarse con Suárez, allá por 1988 defendía al PSV, campeón europeo, cuando este equipo enfrentó a Nacional en Tokio por la Copa Intercontinental. Ese día fue el autor del segundo gol de su equipo, que lo puso al borde del triunfo, hasta que en la hora empató Santiago Ostolaza. Luego vinieron los penales y la victoria tricolor.

Del PSV, Koeman pasó al Barcelona, cuando Johan Cruyff como técnico comenzaba a establecer el estilo y los principios futbolísticos que después identificaron al club.

Y el rubio zaguero convirtió el gol que le dio al Barça su primera Copa de Campeones (hoy Champions). Fue un tremendo remate de tiro libre en la final de Wembley 1992 ante Sampdoria, que cerró la vieja frustración europea de los blaugranas. En 1961 habían perdido la final de Berna ante Benfica luego de pegar cuatro tiros en los palos. En Sevilla 1986 cayeron por penales ante Steaua, sin poder convertir ni uno solo de esos remates. Ese gol lo instaló para siempre en la galería de los grandes jugadores del club.

Además, Koeman es neerlandés, lo cual es un valor agregado para el Barça desde Cruyff. La escuela que empezó a dar clases con la Naranja Mecánica de 1974 tuvo al club catalán como alumno aventajado. De cualquier manera, es un neerlandés muy pragmático, lejos del estilo ofensivo de Cruyff o de los esquemas de Louis Van Gaal. Incluso no tuvo problemas hace algunos días para meter un defensa más al equipo en los minutos finales para cuidar un resultado favorable corto. Algo que suena a herejía en comparación con los postulados de Pep Guardiola. Otros tiempos, otros hombres...

Como técnico, más que su gestión en los clubes por los que pasó (Vitesse, Ajax, PSV, AZ Alkmaar, Feyenoord, Benfica, Valencia, Southampton y Everton) lo que llamó la atención de los dirigentes del Barcelona fue su trabajo en la selección de los Países Bajos, donde son tradicionales los conflictos internos, tal como sucede desde hace algún tiempo en el Barça. En ese sentido, es considerado un profesional firme, ejecutivo, pero sin caer en el autoritarismo.

Además de haber sido jugador de Barcelona, Koeman pasó por su cuerpo técnico como ayudante de Louis Van Gaal en 1998. Después se desvinculó para hacer una carrera propia.

Sin embargo, siempre pensó en regresar al Barça como entrenador principal, al punto que en su contrato con la Federación Neerlandesa había establecido que podía dejar el cargo si lo llamaban desde Barcelona. E incluso aceptó una rebaja salarial para firmar un contrato que, de arranque, le costó al club catalán entre 4 y 5 millones de euros como cláusula de rescisión. Además, tenía ya una casa en la ciudad.

Koeman acordó su permanencia hasta el 30 de junio de 2022, aunque hay un signo de interrogación en el futuro cercano, pues Barcelona realizará elecciones a comienzos de 2021. Y algunos de los candidatos a presidirlo levantan sus propios nombres para la dirección técnica.

LOS PROBLEMAS. El comienzo de la temporada estuvo lleno de claroscuros para el Barcelona. Tras la catástrofe ante Bayern y teniendo en cuenta que el plantel, más que reforzarse, se empobreció, las expectativas no eran muy grandes. Incluso así hubo partidos en los que el equipo decepcionó.

Algo que desagradó a Koeman fueron las filtraciones a la prensa sobre lo que sucedía en la interna del equipo. Un día reunió a todo el plantel y acusó ante todos al juvenil Riqui Puig: “Tú eres el filtrador”, le dijo. Provocó el lógico revuelo, aunque luego el tema pasó a segundo plano en la prensa española.

Puig era una de las principales promesas del equipo la temporada pasada, pero con Koeman casi no ha jugado. Se supone que tras la acusación del técnico jugará todavía menos...

El técnico negó que existan enfrentamientos entre el cuerpo técnico y el plantel. “Me siento respaldado por los jugadores. Intento siempre respetar a los futbolistas y apoyarlos. Pero si hay errores, hay que decirlo. No mato a ningún jugador. Si digo algo de un futbolista, ya lo he hablado con él antes”, sostuvo.

Eso quiere decir que los problemas son futbolísticos. Koeman ha cambiado la figura táctica varias veces, sin decidirse por ninguna, aunque los comentaristas deportivos españoles opinan que los jugadores del Barça están demasiado acostumbrados al 4-3-3 y se sienten desorientados con las variantes.

Las dos principales figuras ofensivas son ahora Messi y Griezmann, pero no parecen entenderse en la cancha. Desde su llegada a Cataluña el francés no ha sido el mismo de su selección o el del Atlético de Madrid, pero mejoró cuando no estuvo Messi en la cancha. Koeman se quejó de la falta de puntería de sus delanteros y Griezmann le hizo un tiro por elevación, al comentar en una entrevista: “Deschamps sabe dónde ponerme”, en referencia al conductor del seleccionado galo.

¿Pesa la ausencia de Suárez? El País de Madrid publicó una estadística que asegura que el problema está en la definición, porque el Barça solo convierte el 11,8% de sus remates (Real Madrid llega al 12,4%), cuando el año pasado estaba en 17,4% y hace dos, en el 16%.

En realidad, no es el único problema, pues el equipo está recibiendo más goles que de costumbre. Por eso en algunos partidos no titubeó en hacer cambios defensivos.

Esta semana, el entrenador concedió una entrevista a la revista del club, en la cual admitió las dificultades que encuentra, tanto deportivas como institucionales: “Es muy complicado porque no tienes nada en las manos, pero yo siempre digo que si por arriba estamos tranquilos, abajo es mejor. Cualquier equipo necesita una cierta tranquilidad para triunfar”, dijo.

“Ahora también me tengo que ganar a la gente y me he dado cuenta de que las cosas no vienen fácilmente. Creo que hay que tomar decisiones, hay que hacer cambios, hay que dar confianza, hay que dar oportunidades a los jóvenes y hay que valorar después de un tiempo. Uno tiene que trabajar y demostrar como entrenador que es válido para este club”, afirmó.

En varios de los últimos partidos apareció Messi para asegurar la victoria. Pero Barcelona todavía está muy lejos de la punta que comparten Atlético y Real Madrid. La última palabra sobre Koeman la tendrán los resultados de 2021, sobre todo cuando se reanude la disputa de la Champions.

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