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Se rompió la burbuja en Boca Juniors y hay 18 integrantes del plantel con COVID-19

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Carlos Tevez

ARGENTINA

Se estima que a esta altura ya son más de 20 las personas contagiadas entre futbolistas, cuerpo técnico, médicos y personal del hotel en el que se hospeda el equipo.

El coronavirus tiene en vilo a Boca Juniors desde el lunes. La enfermedad que azota al mundo le da al plantel de Miguel Ángel Russo su golpe más rotundo a sólo 15 días de retomar la actividad en la Copa Libertadores. Con el "brote de contagios" que comunicó el club, sin dar los nombres ni el número exacto de los infectados, se esperan los pasos a seguir.

Si bien es lógica la preocupación que existe en la institución xeneize, también se estima que los jugadores llegarán en condiciones para enfrentar a Libertad, en Asunción, el 17 de este mes. Y, además, opta por la mirada positiva de que es preferible una ola de contagios ahora y no en medio de la competencia, en la que —por ejemplo— deberán afrontar tres encuentros en 12 días: luego jugará ante Independiente Medellín (el 24, en Colombia) y contra Libertad otra vez (en la Bombonera, el 29).

En cuanto a los diagnósticos de los PCR que se realizaron el miércoles en el hotel, el club anunció en un comunicado que "se detectaron positivos cuatro casos sintomáticos leves, seis tuvieron síntomas leves y hoy se encuentran asintomáticos, y ocho casos asintomáticos. Todos ellos seguirán bajo estrictas normas sanitarias de aislamiento como indican los protocolos y, de acuerdo al procedimiento a nivel nacional e internacional en estas situaciones, volverán a ser sometidos a estudios ECG y ecocardiograma previo a su integración a los entrenamientos". Eso ratifica un total de 18 contagios.

¿Cómo se rompió la burbuja?

Por el momento los ensayos fueron suspendidos, al menos hasta que se conozcan quiénes arrojan resultados negativos y puedan reintegrarse a las prácticas. Sobran las preguntas, propias de un virus del que aún no se conocen todas las precisiones. En efecto, no encuentran respuestas acerca de cómo la burbuja sanitaria, iniciada la semana pasada, sufrió semejante daño: a esta altura ya se habla de más de 20 afectados, entre futbolistas (la gran mayoría), gente del cuerpo técnico y médico y empleados del hotel.

El comunicado amplió que "el resto de los jugadores volverán a las prácticas de acuerdo a lo que dispongan las autoridades sanitarias, mientras que Iván Marcone será sometido a un nuevo hisopado PCR para su reinserción en el plantel".

"Nos tocó, algo se habrá hecho mal, pero nadie me puede explicar por qué un jugador tiene síntomas 30 horas después de un hisopado negativo", se sinceró ayer, en TyC Sports, nada menos que Ruben Argemi, el médico del plantel de Boca Juniors. No obstante, hay varios puntos que impiden pensar que el encierro se hizo correctamente. Uno es el que le admiten a LA NACION desde Ezeiza: "Al comienzo hubo un par de días en los que algunas duplas de jugadores compartieron habitación en el hotel".

Esteban Andrada
Esteban Andrada es uno de los cuatro arqueros que tienen coronavirus en Boca. Foto: La Nación/GDA

Carlos Tevez, ¿ya tuvo COVID-19?

Eso parece seguir sucediendo. Carlos Tevez hizo una videollamada con TyC el lunes, mostrando que compartía el cuarto con su gran amigo Ramón Ábila. Parecía un sinsentido. Sobre todo cuando el propio capitán reconoció que venía de recorrer las diferentes habitaciones y controlar el estado de salud de sus compañeros. Ni que hablar al escuchar al doctor sentenciar que Wanchope era uno de los positivos. El interrogante se disparó al instante: ¿Por qué Tevez no se cuida?

"Que el hincha se quede tranquilo, él no va a tener ningún problema", aseguró Argemi. La conclusión también fue inmediata: sólo alguien inmune puede caminar tan tranquilo. Es decir que, si bien no lo afirmó, el médico dejó entre líneas que el N°10 ya contrajo el virus anteriormente: de hecho, su padre adoptivo contrajo la enfermedad y sigue internado con un panorama delicado. Todo cierra. Aunque este diario no obtuvo confirmaciones desde el círculo íntimo del futbolista, el médico ni el club.

Es muy baja la probabilidad, pero ya está comprobado que existen casos de reinfección. Entonces, Boca aparenta moverse con cierta irresponsabilidad o exceso de confianza. Eso es lo que pudo haber pasado en una burbuja que, evidentemente, no otorgó la protección deseada. Por eso es que Miguel Russo, persona de riesgo, fue sacado de un hotel al cual ya no volverá; sí se presentará al predio cuando se retomen las prácticas para observarlas desde el edificio central con mayores cuidados que nunca.

Miguel Ángel Russo
Miguel Ángel Russo. Foto: La Nación/GDA

"Fuimos algo permisivos en algunas áreas de entrenamiento", fue otra de las sentencias de Argemi. Ahí surge otra cuestión: ¿Qué sucedió con los subgrupos diagramados para que un puesto no sufra la baja de todos sus competidores? Sujetos a la espera de los testeos, los cuatro arqueros (Andrada, Rossi, García y Roffo) están entre los casos sospechosos, entre los positivos que dieron el domingo y la aparición de síntomas compatibles con Covid-19.

Otra de los detalles que expuso el médico fue lo que pasó en las jornadas de entrenamiento bajo lluvia. Para evitar que se produzca el enfriamiento de los cuerpos, aquellas mañanas optaron por no seguir las recomendaciones (irse rápido del predio para bañarse en sus casas o en los baños del hotel) y terminaron duchándose directamente tras la práctica. "Se utilizaron los seis vestuarios que hay en Ezeiza", aclaró Argemi, refiriéndose a que cada grupo de entrenamiento utilizó uno de ellos, aunque no era conveniente.

Postergación del partido ante Libertad no existirá porque Boca, en principio, no lo pedirá y porque el reglamento Conmebol lo impide: por un lado, el que no se presenta, pierde los puntos; por otro, ya permitieron estirar de 30 a 40 jugadores la lista de buena fe, contemplando estas posibles situaciones.

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