En actuación descollante del "Torito", la "Banda" superó 5-1 a Rafaela y no le pierde pisada a Boca.

En estos tiempos de repatriaciones y rotaciones que atraviesa River, pues su cabeza está puesta en el tramo final de la Copa Libertadores, el que se ganó un lugar estelar fue Fernando Cavenaghi. Tanta fue su eficacia, su contundencia, y el esfuerzo que entregó esta formación alternativa que invita a los hinchas a pensar en positivo y mantenerse en carrera en el campeonato local. El mandato de una goleada semejante -5 a 1 sobre Atlético de Rafaela- impulsa los sentimientos y aumenta las sensaciones en la antesala de una semana importante, que define el pasaje a las finales de la Copa Libertadores.

La tan mentada rotación de jugadores para dosificar exigencias, que por estos días pone en práctica el técnico de River, Marcelo Gallardo, y que tarde o temprano instrumentan aquellos equipos entregados a la participación simultánea en el torneo local y en la Copa Libertadores, se hizo presente en esta ciudad por parte del millonario. Con un equipo alternativo y con la cabeza puesta en la semifinal ante Guaraní, el martes, en Asunción, el "Muñeco" puso un equipo con suplentes, juveniles y debutantes y doblegó a otro en formación como Rafaela.

Después de unos primeros minutos en los que Rafaela agobió al millonario con su presión alta, los dirigidos por Gallardo tuvieron dos minutos en los que fueron contundentes y mucho tuvo que ver un Fernando Cavenaghi letal en el área rival. River no sembró terror constantemente en el área de su rival, pero le alcanzó con pisar esa zona con decisión a los 27 y 29 minutos. Primero, Cavenaghi entró solo después de una buena jugada colectiva que incluyó la asistencia de Saviola, y luego apareció justo ante un rebote que le dio un tiro en el palo.
Después del final del primer tiempo en el que Rafaela descontó a través del defensor Barboza Ullúa, el equipo local dio muestras de ser un equipo sin conducción ni control. Y esta escena comenzaría a interpretar el duelo: al avance sistemático e ineficaz del equipo de Astrada, River le contestó con un pragmatismo goleador.

La defensa del equipo de Astrada jugó mal y colaboró con las libertades que tuvo River. La última línea del equipo santafecino debe cargar con el mayor porcentaje de responsabilidad en la derrota. Desorientada y desprolija, se equivocó en los relevos e incurrió en repetidas desatenciones. Ante un rival de mayor jerarquía, ofreció demasiados claros en el medio, y los cuatro de atrás casi siempre marcaron desde lejos y no transmitieron seguridad.

Rafaela acusó el tercero y el cuarto de Cavenaghi -consecuencia de otras buenas jugada en conjunto-, y desde allí se olvidó de la tranquilidad, pues al promediar la segunda etapa, el vencedor se reencontró con la precisión y el toque de contraataque? Como los de los ingresados Abel Casquete y Guido Rodríguez, autor del quinto tanto "Millonario" ante la salida de De Giorgi para sellar el marcador.

En momentos en que el paso del tiempo se empecina con ser injusto con él, el "Torito" volvió a sacar su orgullo. Hizo relucir su cuota goleadora. Histórica cuota entregó en Rafaela. Con 31 años, fue el protagonista de cuatro tantos, algo que no abunda todos los días. Implacable en el área parece empecinado a ganarle al tiempo.

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