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El que ríe último...

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#OVACIÓNENLAFINAL

River Plate dio vuelta la final frente a Boca Juniors y es 4 veces campeón de América.

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La celebración del elenco "millonario" luego de la consagración en la Copa Libertadores frente a Boca Juniors. Foto: Reuters

Nunca hay que vender la piel del oso antes de cazarlo. Y fue lo que pasó a Darío Benedetto cuando marcó el 1-0 a los 44’. El centrodelantero hizo un golazo tras un formidable pase de Nahitan Nández y baboseó a Gonzalo Montiel gritándole el gol y sacándole la lengua. En el segundo tiempo y en el alargue River Plate dio vuelta el marcador, le ganó 3-1 a Boca Juniors y se consagró por cuarta vez en su historia como campeón de la Copa Libertadores de América, esta vez con la final disputada en Europa, en el Santiago Bernabéu. Nunca mejor aplicado el dicho: el que ríe último, ríe mejor...

Con un gol del colombiano Juan Fernando Quintero en la prórroga y otro de Pity Martínez en el último instante del partido, cuando Boca ya jugaba con nueve hombres por la expulsión de Wilmar Barrios y por la lesión de Fernando Gago con todos los cambios efectuados, fue que los millonarios lograron el título más ansiado y tocó el cielo en Madrid, desde donde partirá hacia el Mundial de clubes para completar un ciclo mágico.

En el primer tiempo River quiso llevar la iniciativa, pero no encontró la forma de hilar el juego en el centro del campo y Lucas Pratto casi que no tocó la pelota. Boca esperó su ocasión, intercambió de forma constante las bandas entre Sebastián Villa y Cristian Pavón, pero no creó demasiado desconcierto en el rival.

Boca se fue ganando al descanso con el ya mencionado tanto del “Pipa” y si bien River empezó mejor el complemento, no inquietaba. Fue en ese instante, sobre los 58’, que entró Quintero y le cambió la cara a los millonarios.

Boca, que se quedó sin Benedetto a los 61’, sustituido por Wanchope Ábila, no tuvo reparos en vivir el segundo tiempo cerca de su área, en busca de algún contragolpe decisivo, pero también expuesto a que algún desajuste le dejase sin ventaja.

Y este le llegó a tiempo para cambiar el ánimo del encuentro, para que Nacho Fernández encontrase con un pase al centro del área a Pratto y el ariete empatara el juego.

Al comenzar el alargue fue expulsado Wilmar Barrios, que se ganó la segunda amarilla polémica por una falta sobre el joven Exequiel Palacios.

Tras el gol del colombiano, Boca se fue con todo arriba, incluso con el arquero Esteban Andrada a 6’ del final, en una decisión que pareció exagerada por lo que faltaba.

Así, “Pity” Martínez marcó solo el 3-1 y River levantó la cuarta Libertadores de su historia, la segunda de la mano de Marcelo Gallardo, que sin lugar a dudas es un elegido en este tipo de certámenes.

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