Cuando Peñarol empezó mal, tuvo un largo recorrido en la Libertadores, llegó a la final de la Copa en 2011.

El pasado lo condena a Peñarol, pero lo condena para bien y carga con una mochila que muchos quisieran tener. La rica historia del mirasol en la Copa Libertadores hace que, a pesar de que la suerte le es esquiva desde hace tres décadas, la ilusión por conseguir la sexta esté presente.

Esta vez no será la excepción. Postergado el clásico, de lo único que se habla en Los Aromos desde el lunes pasado es del choque ante Jorge Wilstermann en Cochabamba que abrirá el martes próximo el Grupo 5 que integra además junto a Palmeiras y Atlético Tucumán.

Consiga el resultado que sea en Bolivia, no asegurará nada pero podrá sí ser determinante en el futuro inmediato para saber si participará o no en la siguiente instancia del certamen. En los papeles, el Wilstermann se presenta como el equipo más débil a pesar de que tiene a los 2.582 metros de altura jugando a su favor.

La Copa del 2011, donde el mirasol fue finalista, le devolvió la ilusión a todos de que sí se puede. Sin embargo, en las posteriores ediciones del torneo (menos en la de 2015 que no participó), nunca pasó de la Primera Fase aunque siempre arrancó sumando: dos empates y un triunfo en el exterior y una goleada en casa. La última vez que perdió en un debut, curiosamente, fue justamente en ese 2011. Algunos más memoriosos, incluso, recordarán que en el título de 1966 la campaña inició con derrota 0-4 ante Nacional.

El estreno, pase lo que pase, hay que tomarlo con cautela...

Los equipos campeones de la Libertadores podrán lucir a partir de este 2017, un escudo en la camiseta que indica la cantidad de títulos. Sin Independiente (siete) ni Boca (seis), Peñarol lucirá el número más alto en esta oportunidad. El mirasol participó en 43 ediciones y ganó el torneo en cinco ocasiones: 1960, 1961, 1966, 1982 y 1987.

Venía de ser vicecampeón y arrancó con todo. Goleada con tantos de Freitas, Zalayeta, João Pedro y Estoyanoff. Luego, el equipo no pasó de fase.

Con goles de Estoyanoff y Juan Manuel Olivera, sacó un triunfazo en Chile y picó en punta. Luego, fue muy irregular y quedó eliminado.

Sobre el final, Zalayeta rescató un punto con gusto a poco teniendo en cuenta las falencias del rival. Le costó caro y tampoco pasó de fase.

Con un tanto de Aguiar, se trajo un buen punto de Lima pero luego no lo revalidó en casa. Tampoco pasó a los octavos de final.

ÁNGEL ASTEGGIANTE

PEÑAROLÁNGEL ASTEGGIANTE