Tras 25 años con los colores de la Roma, Francesco Totti le dijo adiós al fútbol con un objetivo cumplido.

Cuando Francesco Totti daba sus primeros pasos en la Primera División de la Roma, muchos de los niños o incluso jóvenes que hoy lo despidieron y que lo tuvieron como ídolo alrededor del mundo no habían nacido.

En las primeras dos temporadas como profesional (1992/93 y 1993/94) no obtuvo el protagonismo esperado y disputó solamente 10 partidos entre ambas, pero un año más tarde la historia iba a comenzar a cambiar.

En su primera campaña con regularidad disputó 21 partidos y anotó sus siete primeros goles, además de comenzar a gestarse una leyenda que quedará en la historia del fútbol italiano y mundial.

Con pocos minutos en la última temporada, lo que llevó a que los hinchas criticaran al actual entrenador Luciano Spaletti, el “Gran Capitano” tomó la decisión de abandonar uno de sus amores: Roma.

Con la camiseta del equipo capitalino, Totti levantó cinco trofeos en sus 25 años. Una Serie A, dos Copas de Italia y dos Supercopas de Italia, fueron las copas que levantó un jugador que sin duda tendrá como su máximo logro haber alzado la Copa del Mundo con Italia en el Mundial de Alemania 2006.

Los récords que alcanzó el “10” serán muy difíciles de alcanzar por otro jugador en el equipo romano. Los 307 goles en 784 partidos, lo transforman en el máximo goleador y el jugador con más partidos disputados en la historia de la Roma.

Con 13 años, “El Emperador” puso un pie por primera vez en las instalaciones de la Roma donde forjó un gran lazo con un club que lo despidió 28 años después por la puerta grande.

Francesco Totti no le dio una gran cantidad de trofeos a la Roma, pero la adhesión al club fue lo que deslumbró a los hinchas romanos, lo que lo transformó en ídolo y lo que generó que ayer varios lagrimearan en el Estadio Olímpico en el encuentro en el que Roma venció a Genoa por 3-2 y logró un nuevo objetivo: clasificar a la próxima UEFA Champions League.

¿Habrá un futuro Totti? No se sabe aún. Lo cierto es que el gran capitán de la Roma le entregó la cinta al capitán más jóven del conjunto romano. Mattia Almaviva, de la 2006, recibió un recuerdo inolvidable y una gran responsabilidad.

En el Estadio Olímpico hubo lágrimas, sonrisas y abrazos. En el fútbol italiano, un antes y un después de Totti.

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