RENTISTAS

Para Renato César la cuarentena tiene una parte positiva. Apenas se paró la actividad se instaló en la casa de sus suegros en Pinares. No sólo volvió a su Maldonado natal, sino que se reencontró con Agustina, su pareja desde hace nueve años. Los jóvenes ya han convivido, pero cuando ella se recibió de abogada regresó a Maldonado para trabajar junto a su padre en la gestoría.

“Por eso estamos un poco separados, nos vemos solo los fines de semana. Pero la llevamos bastante bien, nos hablamos por videollamada y los reencuentros están buenos. La vez que nos tocó estar más alejados fue cuando me fui a jugar a Chile y como a ella le quedaba nada para recibirse, decidimos de hacer ese esfuerzo”, contó el delantero.

Renato reconoció que está pasando por el mejor momento de su carrera. Cuando el Torneo Apertura se interrumpió ocupaba y lo sigue haciendo, el primer puesto de la tabla de goleadores. Y Rentistas es el único líder con 9 unidades porque ganó los tres partidos que se jugaron. “Estoy disfrutando mucho. Rentistas me abrió las puertas en un momento difícil y me han dado ese protagonismo que necesitaba y que no había encontrado en otros lugares. Protagonismo dentro y fuera de la cancha. El sentirme importante. Sin dudas este es mi mejor momento, tengo la edad justa, 26 años, y llevo ocho o nueve de carrera profesional. He pasado por todas, por las buenas y las no tan buenas”.

A propósito de las no tan buenas, el momento más duro fue cuando se rompió el quinto metatarsiano en el partido despedida de la selección Sub 20 y se perdió el Mundial de Turquía. “Me quería morir. Me fracturé en Florida, en el partido despedida contra Paraguay. Yo ya venía con dolores, me habían hecho placas y se notaba que el hueso estaba desgastado, por estrés. Sabía que podía fracturarme, o no. No me iban a operar por las dudas que me rompiera. Son esos aprendizajes que te deja esta profesión. Por suerte tuve el apoyo de mi familia, de los compañeros y de Nacional, en ese momento. Costó, pero nunca dejé de soñar en ser un jugador profesional, de despegar en algún momento y de vivir de esto”.

Recuperarse de esa fractura le llevó tres meses. Y cuando acababa de volver a entrenar con el grupo en Nacional, haciendo unas definiciones con Líber Vespa se desgarró el posterior y le llevó un mes más. Pero nunca pensó en abandonar. “Creo yo que por la edad, sabía que tenía mucho por delante. Y en ese momento tenía contrato con Nacional. Tuve mucho apoyo y eso me dio fuerzas para seguir. Y me sirvió para aprender. Hoy llevo los momentos de adversidad de otra manera”.

EL MUÑECO Y ALE. Debutó en primera tricolor de la mano de Juan Ramón Carrasco, pero tuvo a Marcelo Gallardo primero como compañero y luego como entrenador. Por eso no se sorprende con la exitosa carrera que ha hecho el “Muñeco”. “Es un orgullo tremendo ver lo que ha logrado. Por su forma de ser ya te dabas cuenta que iba a tener ese liderazgo especial. Lo demostró con nosotros en Nacional, ahí empezó a mostrar su potencial”.

No tiene problemas en reconocer que Gallardo fue el mejor técnico que tuvo, pero tampoco en admitir que Alejandro Capuccio, su entrenador en Rentistas, le puede hacer un poco de sombra.

“El ‘Muñeco’ fue el mejor, pero ‘Ale’ no tiene nada que envidiarle. Labura bastante parecido. Aunque de aquellos años hasta ahora ha evolucionado mucho la tecnología. ‘Ale’ tiene un futuro grandísimo por delante. Lo mejor que tiene es la forma de llegarle al jugador. Nos da todas las herramientas posibles para que llegue el fin de semana y podamos hacer las cosas de la mejor manera. Nos dice prácticamente todo: cómo va a jugar el rival, cómo entrarle, cómo taparle las salidas. Una cantidad de cosas que a nosotros nos facilita y que nos ha permitido hacer el campeonato que hicimos el año pasado en la B y el que veníamos haciendo antes del parate”.

Una vez por semana Capuccio mantiene una videoconferencia con su plantel. “Se habla de todo un poco. Del partido que viene, que es con Liverpool, y de otra cantidad de cosas. Más que nada sirve para saber cómo estamos todos y para sentirnos unidos con los compañeros en este momento”, explicó Renato.

SALIR. Además, el profesor Hornos les manda a diario los trabajos que deben realizar y que son bastante exigentes. Cuentan también con la posibilidad de dialogar con el psicólogo Pablo Ferreira, quien se unió este año al cuerpo técnico de Capuccio. “Nos hemos sentido muy cómodos en lo poco que hemos trabajado con él. Nos esta ayudando en un montón de cosas”, dijo el delantero que se sabe privilegiado entrenando en Pinares.

“Estoy disfrutando de cosas que durante el año no puedo, como estar cerca de la familia. Dentro de todo lo malo de esto, es lo bueno. Trato de no salir tanto, pero acá encuentro lugares para salir a hacer los trabajos que nos mandan, sobre todo los intermitentes que llevan un poco más de recorrido. Trato de hacerlo a la hora que no hay mucha gente. No tengo dudas que los compañeros que viven en un apartamento la tienen más complicada. Yo en Montevideo vivo en apartamento y esa fue también una de las razones por las que me vine”.

Como todos, el fernandino espera que la cuarentena termine lo antes posible. Se pone metas cortas porque sabe que un jugador tiene que rendir examen cada fin de semana. “Hoy podés estar arriba y mañana allá abajo. Nos juzgan cada fin de semana. No quiero pensar más allá, pero sé que si sigo de esta manera pueden llegar cosas buenas. Volver a salir con un buen contrato es mi idea y dejarle algo a Rentistas para retribuirle todo lo que me ha dado, también”.