AMISTOSO

El DT Hajime Moriyasu pretende ganar experiencia

REUTERS

Japón, rival de Uruguay en la Copa América el 20 de junio, empató 0-0 ayer ante Trinidad y Tobago, en un deslucido partido amistoso jugado en el estadio Toyota de la prefectura de Aichi, un duelo de preparación del equipo nipón.

La selección japonesa, que jugó 15 partidos desde la Copa del Mundo después de haber llegado a la final de los Juegos Asiáticos y de la Copa Asiática, se vio complicada ante un ordenado equipo caribeño.

El extremo Shoya Nakajima fue la principal arma ofensiva del seleccionado asiático, al disparar siete tiros al arco rival, entre ellos uno que golpeó el travesaño tras un tiro libre poco antes del descanso.

Sin embargo, no fue una buena actuación de los Samuráis Azules de cara a la Copa América, donde serán parte del Grupo C junto a Ecuador, Uruguay y Chile, aunque el equipo presentado el miércoles por el técnico Hajime Moriyasu será muy distinto al que jugará el torneo continental.

La selección nipona se encuentra en una fase de reconstrucción, sin estrellas que jueguen en el fútbol europeo como se había vuelto costumbre últimamente. Varios de los convocados tienen muy escasa experiencia internacional. Sin embargo, el equipo dirigido por Moriyasu pretende mantener los buenos resultados logrados en Rusia 2018. De cualquier manera, el gran objetivo son los Juegos Olímpicos 2020 en Tokio.

“Buscamos una nueva generación de jugadores. Para ellos es importante exponerse a este nivel de juego”, explicó el entrenador.

Será la segunda vez que Japón participa de una Copa América como selección invitada. la anterior fue en Paraguay 1999, cuando quedó último en un grupo que compartió con Paraguay, Perú y Bolivia, con apenas un empate y dos derrotas.