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Reconciliados

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Luis Suárez y Giorgio Chiellini. Foto: AFP
Barcelona's Uruguayan forward Luis Suarez (L) and Juventus' defender from Italy Giorgio Chiellini walk together during the UEFA Champions League quarter final first leg football match Juventus vs Barcelona, on April 11, 2017 at the Juventus stadium in Turin. / AFP PHOTO / Marco BERTORELLO
MARCO BERTORELLO/AFP

El uruguayo y el zaguero italiano se enfrentaron por primera vez tras el incidente en el Mundial 2014, ya que Chiellini no estuvo en la final de 2015 por lesión. El pasado quedó atrás.

Masticando bronca por el resultado, pero con la conciencia tranquila. Así se fue Luis Suárez del campo de juego de Juventus. Barcelona acababa de perder 3-0 con la Vecchia Signora el partido de ida por los cuartos de final de la Liga de Campeones, pero el “Pistolero” tuvo tiempo para darle un abrazo a Giorgio Chiellini, quien por cierto lo recibió con agrado y lo retribuyó.

Se saldaba así el duelo más esperado de la noche, porque más allá de que se volvían a enfrentar dos equipos con historia gigante en Europa y que además habían chocado por última vez nada menos que en la final de la Champions League de 2015 (triunfo culé por 3-1 y título), todas las miradas estaban puestas en lo que pasara con Suárez y Chiellini.

Hace dos años no se habían enfrentado porque el italiano estuvo ausente. Entonces salió victorioso el “Pistolero”, quien incluso convirtió un tanto. Esta vez le tocó al zaguero “tano” festejar, aunque la ocasión es bastante menos trascendente. Primero que nada porque se trata solo de un partido de ida y segundo porque el superar la llave supone avanzar a semifinales y no levantar el trofeo.

Saludos. En la memoria de todos los uruguayos estaba lo que había pasado en Natal, durante la Copa del Mundo de Brasil 2014. Uruguay ganó 1-0 con gol de Diego Godín y se celebró mucho, pero también quedó aquella noche la preocupación de cuál sería el futuro de Suárez luego de la mordida a Chiellini.

Al otro día la FIFA pegó en el alma del fútbol uruguayo al expulsar del Mundial a Luis, suspenderlo por nueve juegos y por cuatro meses sin poder jugar y ni siquiera pisar un estadio en cualquier parte del mundo. Esta última medida con el paso de los días quedó sin efecto.

También estaba en la retina de los uruguayos lo que había ocurrido en Inglaterra unos años antes, cuando Suárez jugaba por Liverpool y su equipo enfrentaba al Manchester United de Patrice Evra luego de que el francés lo acusara de racismo, lo que también le valió una larga suspensión. En aquel primer enfrentamiento entre ambos pos sanción, Suárez no le había estrechado la mano.

Luego se dijo que había sido el francés quien no le había estirado la mano y todo terminó en confusión, pero el uruguayo volvió a quedar mal. ¿Qué pasaría con Chiellini? Esa era la gran pregunta. Pues nada pasó. Se estrecharon las manos, Luis le hizo un guiño y Giorgio le respondió con una sonrisa y una palmada cariñosa en el pecho.

Y todo quedó ahí. En la cancha se cruzaron poco y nada, aunque el duelo lo terminó ganando el italiano, que no solo controló bien al salteño, sino que incluso fue clave al anotar el tercer gol que puede haber definido la serie.

Al final, un abrazo afectuoso y a los vestuarios: uno a celebrar la gran victoria (cimentada en la gran actuación de la perla argentina, Paulo Dybala, autor de dos tantos) y otro a tratar de absorber el golpe lo antes posible.

Suárez y Chiellini tuvieron un duelo de caballeros. La próxima justa será en Barcelona y allí una vez más el elenco culé deberá dar vuelta un resultado muy adverso. Eso sí, ante una Juventus mucho más dura que el PSG.

Luis Suárez y Giorgio Chiellini. Foto: AFP
Luis Suárez y Giorgio Chiellini. Foto: AFP
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