La carrocería y el motor aurinegros están mejor; falta el color de los resultados.
Peñarol transita el primer tramo de su actividad en la temporada 2016/17 con esperanza y, a decir verdad, tiene por qué; quizá más —por lo visto hasta hoy—que con qué.
Es que con un equipo base muy renovado, y sobre todo rejuvenecido con respecto al del Uruguayo pasado, Peñarol parece haber llevado el auto al taller antes de emprender el camino que tiene por delante; y en en se sentido, mirando su funcionamiento y también los resultados, es como que los aurinegros hubieran ajustado el motor y arreglado la chapa.
Esto es, el vehículo de las ilusiones de su hinchada, está más fuerte, mejor armado, según una comparación rápida: en los últimos cinco partidos de la temporada pasada, en los 90 no ganó ninguno, perdió dos y empató tres, y metió 6 goles contra 10 que le metieron en su arco.
En cambio, en los últimos cinco que jugó desde que salió de la pretemporada, Peñarol ganó uno y empató cuatro, haciendo dos goles y recibiendo sólo dos de sus rivales.
Es decir, de Lanús para acá, Peñarol se afirmó atrás y en el mediocampo, está más compacto, mejor de chapa, y el motor anda con revoluciones más altas; pero...en los tres últimos partidos no hizo ni un gol, por lo que el trabajo de la entrada al taller no luce, pues le falta la pintura y el color que en fútbol solamente dan los resultados favorables: y una mano así es lo que precisa ahora para ganarle a Luqueño en la revancha y seguir adelante en la Copa Sudamericana.
SI Y NO.
A. Silva.
El Dr. Edgardo Rienzi le dio el alta médica a Alex Silva, que sufrió un esguince de tobillo ante Lanús; el DT ve si lo pone.
G. Pereira.
Tiene una molestia en el posterior y por eso está complicado: es muy difícil que vaya a estar a la orden del DT.
PEÑAROLJORGE SAVIA