ESPAÑA

La derrota caló hondo en un Real Madrid que tuvo mucha autocrítica luego de la caída en el clásico.

Liga, Champions League, Mundial de Clubes. Estas fueron algunos de los trofeos más recientes que supo levantar Real Madrid en un 2017 que fue de ensueño.

Pero cuanto más arriba estás, más dura es la caída y por eso es que la derrota ante Barcelona fue un baldazo de agua fría para los hinchas, cuerpo técnico y jugadores de un Real Madrid que quedó muy lejos en Liga.

“La Liga no está perdida. Yo no creo en los milagros, sino en el trabajo”, declaró Marcelo.

“La diferencia del Barcelona es porque han ganado más partidos, ya está. Los tenemos muy mal acostumbrados y piensan que tenemos que ganar siempre. Esta Liga es la mejor del mundo y es muy difícil ganar. Esto es deporte, unas veces ganas y otras pierdes”, agregó el lateral brasileño que estuvo muy por debajo de su nivel.

“Estamos mal porque es una derrota que duele. Pero nosotros no vamos a bajar los brazos. Ahora hay que descansar bien, hay una semana de vacaciones, Volveremos más fuertes. El Madrid nunca se rinde, pase lo que pase. Es un momento complicado, puedo decir que no lo merecimos, pero esto es el fútbol. Es lo que hay”, manifestó por su parte el entrenador de los merengues, Zinedine Zidane.

El temperamental Sergio Ramos se refirió al golpe que le dio a Luis Suárez y dijo: “En Barcelona dirán que tengo que ir a la cárcel... con Puigdemont”, en unas declaraciones que fueron más allá del juego y saltaron a lo social y al momento que atraviesa Cataluña.

“El Clásico era la guinda del pastel, pero no ha podido ser. Te vas doblemente enojado por el resultado y por los 14 puntos. La Liga no es imposible, estamos obligados a seguir luchando. Es momento de reflexionar y seguir trabajando”, finalizó el capitán.