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Desde que tengo uso de razón

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Juan Pablo Romero
Darwin Borrelli

MI OPINIÓN

JUAN PABLO ROMERO

Juan Pablo Romero

Es un privilegio para mí, y una de las ventajas de escribir en un medio, la posibilidad de contar mi historia de arquero a pesar de ser uno que juega a nivel amateur.

Desde que tengo uso de razón elegí ser arquero. Mi casa en La Paz daba a los fondos de una cancha de fútbol 5, donde funcionaba una escuela de fútbol encabezada por dos exjugadores: Luis Berger y Mario Delgado.

Con cinco años les dije que quería atajar y me tiraba como si la cancha fuera de césped, cuando en realidad era cemento con una alfombra de césped artificial.

Tengo latente, y es uno de los gratos recuerdos de mi infancia, la alegría que me daba atajar en esa canchita de fútbol 5. Mario hasta había creado un trabajo específico para mí, el único que quería atajar en medio de niños que soñaban con ser goleadores.

Después hice el baby fútbol en La Paz Wanderers, entrené en la pre-séptima de Bella Vista durante un año y jugué en las formativas de Wanderers hasta que decidí dejar el fútbol profesional para jugar en el amateur, donde estoy desde los 16 años, defendiendo a Salesianos Las Piedras, de la Liga Universitaria.

Es un puesto ingrato, sí. Pero te genera una adrenalina difícil de explicar. Son jornadas duras cuando te mandás una macana, o te quedás días y días pensando cómo podrías haber evitado ese gol que te hicieron el fin de semana, pero la felicidad cuando sos figura es inigualable. Por eso, elegiría ser arquero una y mil veces.

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