EN EL OLÍMPICO

Con un golazo del ex Cerro Nicolás González, los violetas vencieron a Rampla Juniors y volvieron por fin a sonreír

El pescador estaba en el islote que se encuentra frente a la cancha de Rampla Juniors. Sentado de cara al río totalmente ajeno a lo que sucedía en el Olímpico, donde los picapiedras recibían a Defensor Sporting.

Ambos llegaban urgidos de un triunfo y con el ánimo bastante bajo. Los locales porque habían recibido nueve goles en dos fechas y tras la polémica salida del técnico argentino Toresani. Los violetas después de haber quedado afuera de la Copa Libertadores sin siquiera conseguir seguir en la Sudamericana.

Pero cuando aún no se cumplía un minuto de juego Nicolás González abrió el marcador para la visita tras recibir un pase largo de Villoldo. La pelota cayó en el área chica, donde ni un defensa que intentó despejar, ni Odriozola, que salió a buscarla, pudieron encontrar la pelota que le quedó servida al ex-Cerro, quien cayéndose le dio de taco y anotó. Golazo.

El delantero criado en Cerro, aunque se hizo conocido en Progreso, que llegó esta temporada al Parque Rodó, marcaba su primer gol con la camiseta violeta y lo hacía justo ante Rampla Juniors.

El gol tempranero, sin embargo, no le hizo bien al partido que fue aburrido y discreto. Aunque es cierto que Defensor Sporting pudo haber ampliado la diferencia tras un rebote que aprovechó Piquerez pero le dio muy de abajo y la pelota se fue alta.

La más peligrosa de Rampla fue un tiro de afuera del área de Juan Albín. Y una jugada de Santiago Vega que se fue solo hacia el arco, pero se la sacaron justo cuando iba a pegarle.

En el complemento no cambiaron mucho las cosas. Los primeros minutos se jugaron en la cancha del local. Luego, con el ingreso de Matías Saavedra, Rampla adelantó las líneas y las cosas se emparejaron.

Sin embargo, el u201cChinou201d Navarro marcó el segundo cuando faltaban diez minutos para el final. Y con goles capicúa, los violetas consiguieron sus primeros tres puntos en el Apertura ante un rival que no le puede ganar hace 33 años.

Al final el pescador tenía razón. El partido no fue nada del otro mundo y él se llevó algo para la cena.