ESPAÑA

Quique Setién, técnico de Barcelona, puso en duda su presencia en el partido que el equipo culé deberá afrontar por la vuelta de los octavos de final de la Champions League en agosto. "Espero estar ante el Nápoles, pero no lo sé", respondió luego de la derrota 2-1 ante Osasuna en el Camp Nou.

Barcelona igualó 1-1 con Napoli en el encuentro de ida disputado en el estadio San Paolo y el sábado 8 de agosto se jugará el pasaje a cuartos de final como local, aunque quizás con entrenador nuevo, luego de un cierre de campaña en LaLiga muy malo, pues en los últimos 10 partidos —todos disputados luego del parón por la pandemia— Real Madrid le sacó nueve puntos de ventaja, arrebatándole el primer lugar y el título con el que iniciaron este último tramo del torneo que todavía tiene una fecha por disputarse.

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Setién dirigirá ese último encuentro, pactado para este domingo en campo del Alavés, pero es una incógnita qué ocurrirá después. No hay feeling entre el cuerpo técnico y los referentes del plantel, como Lionel Messi (quien reconoció la crisis por la que atraviesa el equipo), Luis Suárez, Gerard Piqué y Sergio Busquets. Ello puede volcar la balanza para un nuevo cambio de entrenador, aunque por el momento no se ha manejado ningún nombre, más allá del deseo siempre latente del retorno de Pep Guardiola, quien no obstante parece estar muy a gusto en el Manchester City, al punto que él quiere que Messi (quien aún negocia su renovación con Barcelona) se una a la disciplina ciudadana.

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"No hemos conseguido encontrar el camino de los triunfos", indicó Setién, quien entiende que el problema fue no haber conseguido "ese punto de energía necesario" para ganar todos los partidos, como hizo Real Madrid desde el retorno a la actividad.

Reconoció que una de las cosas que más le ha llamado la atención es que el equipo se ha ido varias veces del campo de juego "cabizbajo incluso en los partidos que ganamos" y que el juego ante Osasuna "es un calco de lo que ha ocurrido en otros partidos de la temporada. Hemos puesto al equipo rival en su área, pero no hemos metido las ocasiones de gol".

Desde su punto de vista, "hemos mejorado desde que llegamos, pero es evidente que hay cosas que no se han hecho bien. Aunque a veces la diferencia está en algo tan simple como el acierto ante portería". Y recalcó que él se encuentra "capacitado y con energía para llevar el equipo en la Champions. Estoy seguro de que vamos a ser un equipo diferente, que anímicamente habremos cambiado y afrontaremos el campeonato con todas las garantías. Más no puedo controlar. Me desgasto en lo que tengo que desgastarme", subrayó, aunque sabe que su presencia en ese partido contra Napoli es algo que precisamente él no puede controlar.