La gente incomodó a los visitantes y la celeste lo aprovechó.
Por más que la Federación Internacional de Tenis (ITF) ha tratado de controlar un poco a las hinchadas, si algo hace diferente a la Copa Davis, es el clima que genera el público local.
En un partido tan cerrado como el dobles de ayer, la afición puede desconcentrar a cualquiera. En esta ocasión le tocó notoriamente a Robert Farah, y aunque no sea posible determinar un porcentaje de incidencia de esta situación en su bajo nivel de juego ante los Cuevas, eran claras sus señas y las de sus compañeros tratando de sacarlo del clima.
"Mirame a mí. Mirá la toalla", le dijo varias veces dentro de la cancha y entre puntos Juan Cabal a su compañero, que se bancó cada vez más la tribuna cayéndole encima.
No en vano en los cambios de lado Mauricio Hadad, el capitán visitante, le hacía señas para que se focalizara, e incluso Santiago Giraldo y Alejandro González desde afuera.
Incluso en el tercer set cometió cinco errores consecutivos entre dos doble faltas y pelotas a la red que le costaron su servicio para la ventaja 53 de Uruguay y el inicio del game de Bebu, aunque luego quebraron los colombianos.
"Debe ser muy amigo tuyo para jugar con él, no Juan", le gritaban a Cabal, o "aprontate Giraldo que mañana jugás vos", llegó a oídos del primer tenista cafetero de la tribuna.
Tanto que Giraldo en un momento decidió responder con un grito desde su banco.
Nada fuera del clima de la Davis, pero que seguramente se repetirá con más fuerza hoy en los puntos fundamentales y que hacen al clima de esta competencia
"Pablo me habló mucho de que la gente no viene a presionar sino a alentar y estoy aprendiendo a tomarlo de esa forma", confesó "Bebu" Cuevas luego del partido de dobles que ganó Uruguay.
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