CAMBIO DE DT

Se terminó muy pronto, quizás más de lo previsto, la experiencia de Diego Forlán como técnico de Peñarol. Fueron 11 partidos con muy poca eficacia en la obtención de puntos, ya que ganó menos de la mitad de los que disputó.

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Fue una decisión difícil para el presidente Jorge Barrera, quien estuvo hasta las 3:30 de la mañana chateando con el vicepresidente Rodolfo Catino porque ninguno podía dormirse. A esa hora ya tenía la determinación adoptada o, mejor dicho, ya había tomado dos decisiones: cesar a Forlán y nombrar a Mario Saralegui como nuevo entrenador del conjunto mirasol.

¿Sorpresa? Ninguna, porque por un lado el domingo a la noche, una vez concretada la derrota 2-0 a manos de Wanderers (lo que supuso la pérdida de un invicto de 30 partidos a nivel local en el Campeón del Siglo), hubo una reunión entre los dirigentes presentes y se decidió dejarle las manos libres al presidente para que tomara la decisión que creyera más conveniente y se comprometieron a apoyarlo. “Decidimos que él tomara las medidas que creyera debía tomar porque es la última importante que va a tomar antes de las elecciones y entendíamos que era su derecho”, se confió desde la interna aurinegra a Ovación.

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Así se fraguó la salida de “Cachavacha” y el retorno al club, por tercera vez, de Saralegui. Así, además, se le dio libertad también a Barrera de cumplir con una vieja promesa que le había hecho al artiguense: que durante su presidencia iba a ser técnico de Peñarol. Lo había intentado antes sin éxito, pero ahora podrá cumplirle a su amigo.

Es precisamente esa promesa la razón fundamental por la cual Mario Saralegui se convierte en técnico aurinegro. Eso, su historia en el club y su personalidad, porque se entiende que era imprescindible dar un golpe de timón y la llegada de un técnico con carácter fuerte para encarrilar el barco antes de que sea demasiado tarde, pues si bien el Apertura se entiende que ya está prácticamente perdido, sumar puntos para la Tabla Anual sigue siendo importante.

A Saralegui no le fue bien en Peñarol las dos veces anteriores que estuvo, aunque ganó un Clausura en 2008. Y no dirige en Uruguay desde 2017, cuando se fue de Liverpool, el rival al que enfrentará mañana en el Campeón del Siglo.