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Profesionalismo: hace 85 años el fútbol daba un paso fundamental

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Profesionalismo y estrellas. El brasileño Feitiço (Luis Macedo Matoso), contratado por Peñarol en 1933, observa el cuadro del equipo que ganó el primer torneo profesional.

En mayo de 1932 comenzó el primer Campeonato Uruguayo de la era rentada, un sistema cuya viabilidad todavía hoy se discute.

El fútbol profesional es "económicamente inviable", dictaminó una comisión de notables al cabo de un profundo estudio de sus características, recursos y costos. El detalle es que el informe fue elaborado en 1986 por Eduardo Rocca Couture, Dante Iocco, José Pedro Damiani y José Pedro Laffite. Treinta años después, el fútbol sigue andando, claro que con sus tropezones y angustias.

El paso hacia ese profesionalismo que algunos llamaron "de alpargatas" se registró hace 85 años, cuando fue visto con expectativas e incluso con optimismo ante las buenas asistencias iniciales a las canchas. El contexto, por supuesto, era un Uruguay campeón olímpico y mundial.

Hasta aquel 1932, la actividad era oficialmente amateur, pero que los jugadores recibían dinero o al menos un empleo para defender una camiseta representaba un secreto a voces.

El cisma que dividió al fútbol en 1922 permitió que muchos equipos de barrio llegaran a primera división. Cada rincón de Montevideo tenía uno o dos representantes, ya fuera en la Asociación o en la Federación Uruguaya de Football, cumpliendo un ideal del deporte amateur: "que juegue todo el que quiera".

La situación se prolongó hasta 1925, cuando la solución al cisma, dispuesta por un laudo arbitral del presidente de la República, José Serrato, inició la reducción de clubes. Para muchas de esas instituciones fue el comienzo del fin. Las que sobrevivieron, en buena medida, son las que siguen compitiendo hoy. El proceso fue exclusivamente montevideano, dejando afuera a los equipos del resto del país, un pecado original del cual la AUF todavía no se ha redimido.

Hacia 1930, Italia comenzó a importar futbolistas rioplatenses, sobre todo descendientes de italianos. El fútbol argentino reaccionó aprobando en 1931 el estatuto profesional. Y el éxodo pasó a ser de uruguayos que se iban a jugar a Argentina. Como se suele decir, los acontecimientos se precipitaron. A fines de 1931, Nacional propuso discutir el asunto. Peñarol lo apoyó en marzo de 1932. Con los dos grandes a favor, el tema estaba casi definido, aunque antes de la aprobación oficial hubo intensas polémicas.

Pronto se comprobó que no habría lugar para todos en el nuevo sistema, una cuestión que mantiene actualidad. En aquel momento se fijó un máximo de diez equipos en una Liga Profesional cerrada, es decir, sin ascensos ni descensos. Se tomó como base a los participantes en el Campeonato Uruguayo de 1931: Wanderers, Nacional, Rampla Juniors, Peñarol, Central, Misiones, Defensor, Sud América, Bella Vista, Racing, Olimpia y Capurro, según el orden de clasificación.

Los clubes.

Para reducir el número de clubes, Olimpia y Capurro se fusionaron y dieron origen a River Plate. También se propuso la unión de Racing, Colón y Lito, pero los socios de Colón se opusieron. Y Misiones quedó afuera por razones que no quedaron claras para los historiadores: se habló de la "peligrosidad" de su hinchada pero también del escaso entusiasmo propio para sumarse al profesionalismo. Misiones quedó entonces en la Primera División Amateur, junto a Cerro, Progreso, Colón, Liverpool, Uruguay Montevideo, Fénix, Lito, Universitario, Deportivo Juventud, Intrépido Belgrano y Maroñas.

La divisional Intermedia pasó a ser el tercer escalón, albergando a Tiro Federal, Sportivo Maldonado, Wilson, Defensor Durazno, Plus Ultra, Miguelete, Ferrocarril, Mauá, Charleston, Villarón, Nivaría, Chimborazo y Porvenir. Y en la base de la pirámide funcionó la Tercera Extra (luego simplemente Extra), compuesta por Última Hora, Húngaros del Uruguay, La Luz, Artigas, Universal Albion, Everton, Spikerman, Universal, Deportivo Oriental, Reformers, Cardal, Municipal, Charrúa, Celta, Smidel, Bernardo Glucksman, Aupi, Ariel, Montevideo Olimpia, Libertad, Uruguay Manga, Lengue Lengue, Independencia, Instrucciones y Dorado. La gran mayoría de estas instituciones ya no existe.

El 30 de abril de 1932 se aprobó la creación de la Liga Uruguaya de Football Profesional, bajo la presidencia de César Batlle Pacheco, hijo del líder colorado José Batlle y Ordóñez y expresidente de Peñarol. El 12 de mayo se creó la Junta Dirigente de la AUF, una especie de parlamento cuyos debates y votaciones conducirían todo el fútbol hasta 1971. Se dispuso que el Uruguayo se disputaría a tres ruedas, todos contra todos. Y que los grandes se alternarían para jugar sábados y domingos, una costumbre que se mantiene hasta el presente.

El estreno del profesionalismo se registró el domingo 22 de mayo, con tres partidos: Peñarol-River en el Estadio Centenario (un sorpresivo 1-1, teniendo en cuenta que River tenía pocos días de existencia), Defensor-Bella Vista (2-1) y Wanderers-Racing (3-0). El miércoles 25 se completó la fecha: Nacional le ganó a Sud América 2 a 0 y Central a Rampla 1 a 0.

Pese a que se había previsto su finalización en noviembre, el torneo inaugural se extendió hasta febrero de 1933. Peñarol fue el campeón, seguido a cinco puntos por Rampla. Nacional entró tercero, en una actuación desteñida que lo obligó a reforzarse adecuadamente para la temporada del 33. Así armó el primer equipo de estrellas del profesionalismo, con el Mariscal José Nasazzi que llegó de Bella Vista, el retorno de Pedro Petrone desde Italia y la contratación del goleador de 1932, Juan Manuel Labraga de Rampla. Además, dos brasileños: el extraordinario zaguero Domingos da Guía y Rodolfo Bartesko, conocido como Patesko. Peñarol también trajo sus brasileños: Feitiço, quien sería gran figura solo tiempo después, más un juvenil Leônidas da Silva, futuro goleador del Mundial de 1938. El profesionalismo ya funcionaba a toda marcha, aunque pronto se comprobaron sus limitaciones en un medio tan reducido.

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Profesionalismo y estrellas. El brasileño Feitiço (Luis Macedo Matoso), contratado por Peñarol en 1933, observa el cuadro del equipo que ganó el primer torneo profesional.

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