River Plate perdió ante Defensor por goleada y hubo problemas en su hinchada que obligaron a detener el partido. Incluso los jugadores llegaron a tener un cruce por medio del alambrado.

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Un nuevo episodio de violencia se dio este domingo en el Parque Saroldi durante el partido que enfrentó a River Plate y a Defensor Sporting.
Todo comenzó al caer el cuarto tanto violeta. Un único hincha, que en las imágenes se le puede ver vestido de naranja y con gorro, perdió el control y se acercó al banco para increpar a Juan Ramón Carrasco.

Con una actitud violenta, comenzó a golpear el alambrado y terminó subiéndose al mismo, ante la mirada de los miembros de la seguridad privada, que nada hicieron para detenerlo. Sí que intercedieron varios hinchas “normales” para pedirle que cesara su actitud.

Mientras tanto, un periodista radial relataba estos mismos hechos: insistió en que los insultos a Carrasco no eran de la hinchada local sino de un único personaje que no debía estar en una cancha de fútbol con esa actitud tan violenta.

El sujeto en cuestión lo escuchó y subió al área de las cabinas de prensa en busca del relator, con quien llegó a encararse. Varios compañeros de prensa y funcionarios de River lograron detenerlo y obligarle a bajar de nuevo.

Para entonces, al exaltado se le habían unido cuatro o cinco más. Varios hinchas civilizados les reprocharon su actitud y ahí se formó una pelea junto al alambrado que separa la cancha.

El juez detuvo el partido y varios futbolistas darseneros se acercaron a tratar de calmar la situación, pero no recibieron más que insultos y golpes de los violentos contra el alambrado.

Finalmente, la seguridad privada logró que los causantes de esta situación se retiraran de la zona, pero nunca llegaron a salir del Saroldi. Tras el partido trataron de acercarse a la zona de vestuarios para amenazar a todo el plantel de River Plate.

El presidente de la institución, Renzo Gatto, se preocupó al momento por lo sucedido y, consultado por este diario, dijo saber la identidad del especimen violento vestido de naranja y aseguró que no volvería a ingresar.

Una triste situación que vuelve a poner en evidencia el problema de seguridad que existe en el fútbol uruguayo, en el que un único radical, acompañado por no más de tres o cuatro secuaces, es capaz de suspender temporalmente un partido de fútbol profesional mientras la seguridad privada, carente de autoridad para detener o expulsar a nadie, no puede más que mirar cómo los violentos imponen su miedo sobre la mayoría civilizada.

Los compañeros de la 1330AM fueron los que sufrieron el intento de agresión mientras transmitían. Esta es el extracto de su emisión en el que denunciaron el comportamiento del hincha violento y en el que se puede escuchar todo lo sucedido.

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RIVER PLATEJORGE ALDEA