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El problema de Nacional es mucho más profundo que un técnico

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Gonzalo Bergessio, capitán de Nacional. Foto: Estefanía Leal.

TORNEO CLAUSURA

Boston River jugó una hora con uno menos pero ganó bien el partido ante los tricolores por la penúltima fecha del Clausura.

Boston River logró uno de los triunfos más rimbombantes de su historia anoche en el Gran Parque Central. El día que si perdía bajaba le ganó a Nacional 2-1, lo hizo de manera justa y jugando una hora con un futbolista menos por la tonta pero correcta expulsión de Pedro Silva Torrejón.

Así, el “Sastre” salió después de muchísimo tiempo de la zona roja, en la que se encuentra Defensor Sporting, a la espera del partido de hoy entre los violetas y Rentistas.

Imposible poder achacarle algo a Martín Ligüera, quien tuvo dos entrenamientos con el plantel, hizo tres modificaciones en la oncena titular y salió a dirigir por primera vez al primer equipo de Nacional con lo poco que pudo trabajar.

Sí hay responsabilidad evidente de los que pusieron a tres técnicos en un año o cinco entrenadores en dos temporadas. De los que pensaron que Ligüera venía con una pócima mágica debajo del brazo. Imposible generar confianza y trabajo en un plantel con tantos cambios en la conducción, con lineamientos muy disímiles. También, claro está, hay responsabilidad de un grupo de jugadores que no logra salir adelante y que hilvanó tres derrotas consecutivas por primera vez en el Campeonato Uruguayo desde 2016, cuando el técnico era Gustavo Munúa.

El equipo de Ligüera ilusionó a los hinchas en los primeros 15 minutos, aunque sin crear ni una situación clara de gol, ya que todas fueron aproximaciones y buenas intenciones. Y Boston River pegó primero con un cabezazo de Nicolás Freitas, que le ganó en el salto a Guzmán Corujo.

A pesar de la expulsión de Silva Torrejón, Boston River siguió controlando el juego y pudo poner el 2-0 con un remate de José Alberti que se fue apenas afuera, al córner.

Apenas para resaltar de los tricolores en el primer tiempo un pase filtrado de Rafa García que finalizó con un remate de Felipe Carballo desviado, ya cuando corría el minuto 42.

La visita sacó dos goles de ventaja en una jugada preparada de un lateral que definió muy bien Enzo Larrosa (47’).

En los siguientes minutos sí se pudo observar una mejoría de Nacional, que puso en aprietos a un Boston que supo responder, con la seguridad de Gonzalo Falcón y la solvencia de sus zagueros. Cuando Brian Ocampo se puso el equipo al hombro con sus desbordes por la derecha, Juan Tejera, inteligente, le puso un jugador solo para controlarlo. Aún así, Felipe Carballo logró descontar y Nacional se puso en partido.

El VAR, de manera polémica, le anuló el tercer gol a Ruben Bentancourt (la figura), pero el “Sastre” bancó y lucha por quedarse en Primera.

A Nacional le queda un partido más. Sigue dependiendo de sí mismo. Pero dentro del club tienen que hacer autocrítica para no repetir errores.

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