AUF

Uno ya estuvo en la AUF y se ganó el respeto de los equipos en desarrollo y de los futbolistas; Nacional y Peñarol le dan su respaldo. El otro fue presidente de Danubio y logró el Campeonato Uruguayo; obtuvo para su candidatura el respaldo del denominado G10.

La primera gran jugada que va a comenzar a mover los hilos del futuro fútbol uruguayo se vivirá esta noche en la sede de la Asociación Uruguaya de Fútbol.

Atrás quedará, definitivamente, un sistema de gobierno que terminó de caer a partir de la intervención instrumentada por la FIFA en agosto del año pasado.

El nuevo organigrama tendrá desde esta noche un nuevo presidente, pero para liderar una AUF con siete integrantes en el Consejo Ejecutivo y con un Congreso conformado por el fútbol amateur, los denominados grupos de interés y el fútbol del Interior. Sectores todos que pretenden, sin menoscabar al fútbol profesional -también dentro del Congreso-, un desarrollo más global y un reparto más equitativo de los ingresos que genera el deporte.

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A este acto electoral llegan para ser electos nada más que dos candidatos: Ignacio Alonso y Óscar Curutchet, en virtud de que quedó sellado el acuerdo entre Carlos Ham y Alonso.

En la tarde de ayer, como se había anunciado en Ovación, Ham retiró su postulación como candidato a la elección de presidente para respaldar la candidatura de Alonso, lo que redundará en un crecimiento importante de votos para el exneutral de la AUF.

Alonso empezó a crecer en sus aspiraciones de convertirse en titular de la AUF a partir del respaldo que le fuera concedido por los equipos grandes, quienes desde el primer momento habían resuelto no acompañar a Curutchet.

Al actual director de desarrollo económico de la Intendencia Municipal de Montevideo y primer suplente de Daniel Martínez lo impulsaron los clubes que integraron el denominado G10, instituciones que apelaron ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo la intervención de la FIFA.

Curutchet logró -en una cuestionada votación, que podría ser impugnada- la adhesión de la Divisional C, lo que representa seis votos dentro del Congreso.

Alonso consiguió la adhesión de los nueve votos de OFI, que en la noche del miércoles se dividía entre él y Ham, pero que los hechos posteriores terminaron entregándole un gran caudal de sufragios.