UNA GAMBETA
EDWARD PIÑÓN
No sé si lo llegaré a ver. Es imposible poder anticipar si algún día el fútbol uruguayo, especialmente en el manejo de su Liga profesional, dejará de lado los arranques impulsivos y pasará a conducirse a través de las ideas elaboradas, planificadas.
Qué bueno sería que prospere un cambio gigante. Que engrandezca a todos los clubes, que se tiren para el costado del camino las guerras políticas e impere el trabajo de un equipo de personas integrado por personas idóneas en cada una de sus áreas.
Un fútbol que piense en los espectadores, que ofrezca torneos atractivos. Que permita tener una Liga vendible en el exterior. Que se planifique en coordinación con todas las partes, uniendo a las filas. Que no haya bandos y que se entienda que la TV precisa del fútbol como el fútbol precisa de ella.
Un fútbol que atraiga a las personas más capaces, no que las intimide a llegar por el temor de quedar manchado. Un fútbol donde los intermediarios que colocan jugadores se lleven la parte que les corresponde y no toda la torta.
Precisamos gente capaz. Ojalá lleguen.