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"Polilla" les tiene que hacer lugar

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Da Silva. El banco de suplentes volvió a ser el arma principal para cambiar el partido. Foto: Fernando Ponzetto
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La solución de Peñarol volvió a salir desde el banco, por lo cual Da Silva debería replantearse el sistema.

Una vez más Peñarol andaba en busca del rumbo cierto hacia el arco de Liverpool. La apuesta que había hecho Jorge Da Silva de sacar a Diego Forlán y colocar a Diego Rossi desde el inicio no le había dado resultado en el primer tiempo.

El elenco aurinegro no había generado ni una situación de gol en 45 minutos y (por más que habían tenido sus altibajos) al mirar al banco de suplentes parecía un desperdicio tener allí a Forlán, Luis Aguiar, Maximiliano Rodríguez y Hernán Novick. Cuatro armadores; cuatro jugadores de buena pegada sentados esperando por su oportunidad.

"Polilla" esperó algunos minutos cuando salió a jugar el segundo tiempo para ver si el equipo hacía algo de lo que seguramente pidió en el descanso. Como no encontró respuesta, rápidamente mandó los cambios. Y, una vez más, allí estaba la solución.

Como primera cosa, llamó la atención que recurriera a Miguel Murillo y a Hernán Novick antes que al mismísimo Forlán, Aguiar o a "Maxi", que venía de anotar dos goles en la victoria ante Rentistas el pasado fin de semana. Afuera Nahitan Nández y Cristian Palacios. Los resultados se vieron enseguida.

Desde el perfil izquierdo Hernán Novick mandó un centro preciso, que cayó al borde del área chica, y Valdez marcó el 1-0. Como ante Sporting Cristal, el ingreso del Novick número 7 fue clave: bajó, pidió la pelota, salió jugando, la pasó a los pies de los compañeros y le dio a Peñarol la pausa que no había tenido. Además de hacer el pase para el 1-0, claro.

Ha sido una característica de este elenco aurinegro que el banco saque la cara, lo cual contribuye al desconcierto del propio entrenador, pues cada vez que encuentra buen nivel en un jugador lo pone de titular y no repite.

Da Silva reconoció esta misma semana que nunca le había pasado que en un torneo tan avanzado todavía no hubiera encontrado el equipo titular. Quizá lo que debería replantearse el técnico no es tanto los nombres, sino la táctica y las posiciones. Porque cuando entró Forlán por Albarracín tuvo muy buenos encuentros con Federico Valverde y Hernán Novick. Quizá deba probar de abandonar el 4-4-2 —que poco resultado le ha dado hasta ahora— y probar con un 4-2-3-1, juntando tres futbolistas de buen pie como mediopuntas. Allí tiene para elegir e incluso para recambiar durante los 90.

Lo que parece claro es que tener a Forlán, Hernán y Maxi, Aguiar en el banco es un desperdicio de buen pie.

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Da Silva. El banco de suplentes volvió a ser el arma principal para cambiar el partido. Foto: Fernando Ponzetto

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