Poca euforia, pero entradas agotadas

22/03/2016, 11:50

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El cielo es plomizo. El clima pesado de verdad. “¡Cuántos grados?”, le pregunto a la recepcionista… “31”, dice como si nada. No son las 10 de la mañana y en Recife el calor abruma. La humedad abraza. Y uno piensa, la primera batalla de este Brasil y Uruguay fue para los celestes cuando lograron el cambio de horario del partido del viernes, un partido, que dicho sea de paso, por ahora, no está instalado en los medios ni en la gente.

Todavía se habla de lo que pasó el fin de semana y de la posible vuelta de Diego Souza al Sport Recife, el equipo más importante de esta ciudad.

Del clásico por Eliminatorias, poco y nada. Lo que sí está más que confirmado que ya no hay más localidades. Se fueron como pan caliente en menos de una semana. Claro, con más de un millón de habitantes y con la presencia de la selección aquí, la “torcida” arrasó, aunque en internet, dicen, hay venta, o mejor dicho, reventa por 300 reales, cuando las localidades se vendían a solo 50 reales.

El Arena Pernambuco, entonces, estará repleto. De bote a bote como se dice, y sólo con un puñado de uruguayos que harán una especie de turismo aventura para ver a la Celeste y por supuesto, el regreso de Luis Suárez.

La prensa no destaca el duelo. Diario de Pernambuco abre su página deportiva (a color) con Neymar y Suárez frente a frente. “¿En lados opuestos quien jugará mejor”? pregunta en grande, y analiza con números de ambos, sus rendimientos en las selecciones.

Neymar tiene 70 partidos y 47 goles con un promedio de 0,67 y Suárez tiene 80 partidos y 44 goles, promediando 0,55.

Eso es todo. Ahhh… y un apartado con Suárez tomándose los dientes tras el incidente con Chiellini, obviamente, no iban a dejar pasar por alto la mordida.

Pero eso es todo, más allá del duelo, nada.

Por otro lado, Jornal do Comerico, que ya de por sí tiene menos espacio para los deportes, encabeza sus páginas de fútbol con la llegada de Neymar a la Granja Comary en Rio y se lo ve saludando a Dunga. Esa es la novedad. El resto, se lo divide el clásico local entre Sport Recife y Náutico.

Por ahora, la euforia no se nota. Lo que mata es el calor. Y la humedad, claro.