Si el proyecto de organizar el Mundial 2030 entre Uruguay y Argentina no prospera, la alternativa puede ser organizar otra Copa de Oro.

Wilmar Valdez es el gran impulsor del Mundial 2030. El presidente de la AUF, lo tuvo como un objetivo desde el mismo momento que asumió.

Después, varios hechos reforzaron su idea, entre ellos, la nominación como presidente de FIFA Gianni Infantino, amigo de Valdez, y gran admirador de la historia del fútbol uruguayo. La semilla de la Copa del Mundo 2030, seguía germinando.

“Sudamérica debiera tener esta posibilidad y tanto Uruguay como Argentina se lo merecen por haber sido los dos finalistas de la primera Copa del Mundo”, dijo en uno de los últimos congresos de Conmebol Valdez.

“En esa fecha se festejarán nada más y nada menos que cien años del primer Mundial organizado por la FIFA y no puede darle la espalda a un evento de tal magnitud y ligado a la historia”, sostuvo Valdez, que integra la Comisión de Reformas de FIFA.

“Entiendo que luego de la experiencia de Corea y Japón en 2002 haya una decisión de no aceptar una candidatura de dos países, pero para 2030 no hay proyecto más seductor que volver a las raíces”, apuntó el presidente de la AUF.

El objetivo es ese, y no se quiere ir (al menos por ahora) al Plan B. Que se logre hacer una Copa de Oro de los campeones mundiales, como sucedió en 1980 en Uruguay. Pero ese tema, no se toca, mientras el sueño continúe.

JOSÉ MASTANDREA

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