DESDE EL ARCO
Peñarol dejó atrás una era. Ya no habrá un Damiani como presidente. Primero fue el contador José Pedro, un líder indiscutido, controversial y polémico, pero con don de mando y una visión empresarial como pocos la tuvieron.
Después, llegó el turno de Juan Pedro, su hijo y sucesor en la presidencia del club, y también -al igual que su padre- gobernó en medio de polémicas y tormentas, pero sacó adelante al club y logró lo que ningún otro presidente pudo lograr: el estadio propio.
Hechos puntuales. Todo lo que Damiani ganó en cancha, lo ganó el hijo en gestión y en patrimonio. Dejó a Peñarol con casi 100 mil socios y con el CAR, Los Aromos remodelado y un Campeón del Siglo recién estrenado. Ya no habrá un Damiani en Peñarol. Habrá que acostumbrarse a eso.