El aurinegro tiene buena ropa futbolística, juega mejor, pero no tiene creación.

Peñarol no tuvo el debut esperado. Mejor dicho: no tuvo el resultado esperado, de acuerdo a cómo se reforzó, y sobre todo a lo que aguardaba y quería su hinchada.

Sin embargo, por tratarse del primer partido oficial del fútbol de entrecasa, surge inevitable la comparación con el equipo del año pasado.

En ese sentido, Peñarol mejoró; lo dicen algunos de los números que dejó su funcionamiento: iban 15 y ya había rematado 3 veces al arco, y al cabo de los 90 terminó haciéndolo en 9 oportunidades.

Es decir, este Peñarol tuvo más volumen de juego que el anterior, algo que todos le reclamaban; como también lo prueban otros números, mejoró en lo que respecta a la custodia de su arco: a lo largo de todo el partido, Liverpool pudo rematar sólo 6 veces, aunque en una de ellas lo salvó el travesaño.

Sin embargo, pese a todo eso y al protagonismo que estableció Costa en la contención y el armado, Peñarol no pudo ganar; y tal vez una de las razones es que desde hace 5 años a esta parte, desde que Diego Aguirre hizo flor de campaña en la Copa con un 4-4-2, casi todos los técnicos que pasaron repitieron ese esquema táctico.

Entonces, Peñarol termina bien vestido futbolisticamente hablando, por sus individualidades, pero encorsetado; que fue lo que pasó ayer: el único que puede meter un pase entrelineas para los puntas es Novick, pero si se pone la 10, camiseta de un enganche, y juega como volante externo, es casi imposible que lo haga.

Esto es, si Novick recibe como puntero derecho, lo único que puede hacer es meter un centro, o intentarlo; y así no termina pasando nada. Lo mismo que si intenta la personal y pasa a uno, dos y hasta tres rivales: le queda lejos el corazón del área contraria.

En suma, Peñarol compró bien, tiene buena ropa futbolística; pero se viste mejor, y se saca el corset, o le va a seguir pasando que aún jugando mejor que antes no va a conseguir los resultados esperados,

URUGUAYO ESPECIALJORGE SAVIA