AUF

Los equipos grandes formarían un bloque con los futbolistas y los árbitros para respaldar una candidatura que termine imponiéndose en la elección del presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol.

Los grandes, en sesión permanente, todavía no fijaron una postura oficial sobre cuál es el candidato que prefieren acompañar en las elecciones de la Asociación Uruguaya de Fútbol, pero sí tienen resuelto con absoluta firmeza que no votarán a Óscar Curutchet.

Ni Nacional ni Peñarol acompañarán al expresidente de Danubio porque entienden que no es la persona que les ofrezca mayores garantías de querer liderar una transformación tan grande dentro del fútbol uruguayo que verdaderamente potencie los ingresos de todas las instituciones.

Del lado tricolor, por ejemplo, hasta se cuestiona algunos comentarios públicos que hizo Curuchet poniendo en duda la transparencia del fútbol uruguayo cuando Eduardo Ache fue propuesto para integrar la Comisión de Gobernanza de la FIFA.

Del lado aurinegro, por su parte, se considera que lejos de zurcir las diferencias que existen hoy entre los clubes, lo que hará Curuchet será agrandar la grieta.

A la espera de que se desate "la madre de todas las guerras" políticas, porque se cree que en cuestión de horas comenzarán a circular versiones de todo tipo sobre algunos candidatos -hay hasta rumores del surgimiento de una supuesta denuncia penal contra uno de los candidatos- los directivos de Peñarol y Nacional están resueltos a unirse en un bloque muy fuerte con los futbolistas, los árbitros y otras instituciones.

La supuesta "guerra", por cierto, tampoco tendrá su fin una vez resuelto el acto electoral. Es más, también se maneja con insistencia que una definición en el Congreso a favor de Curuchet podría terminar originando un gran paro de actividades en el fútbol uruguayo. Esa sería, según ciertas especulaciones políticas, la acción que tomarían los futbolistas y los árbitros por considerar que Curuchet respondería al poder económico.

Por otra parte, hay algunos dirigentes que analizan que las consecuencias de un enfrentamiento tan duro podrían vivirse antes de que se produzca el acto eleccionario el 21 de marzo. Es que quizás el clima que podría irse generando con las aguas turbias, por el cruce de acusaciones, termine generando otra reacción de Conmebol y de la FIFA.

De la misma forma que en el pasado surgió -sin argumento alguno- la decisión de intervenir la AUF por sostener que no estaban dadas las garantías para realizar unas elecciones transparentes, este hecho podría repetirse si de un lado y del otro llueven "dardos envenenados".

Ejemplos de permanencia más extensa de una Comisión Normalizadora en el mundo existen, por lo que no sería descabellado que algo así pudiera vivirse.

La realidad es que el panorama actual es muy complejo y, en algunos casos, hasta difícil de discernir. Algunos dirigentes argumentan con solidez que Carlos Ham, que dentro de Montevideo Wanderers estuvo a favor de recurrir ante el TAS la intervención de FIFA, llama la atención que hoy tenga el respaldo de los jugadores. Y también el de José Luis Palma, presidente de Liverpool, quien ha sido muy crítico de la postura de los futbolistas.