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Peñarol hizo pesar el plantel frente a Danubio

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Luis Acevedo celebra el tanto que anotó frente a Danubio. Foto: Gerardo Pérez.

TORNEO INTERMEDIO

En juego entre muchos suplentes, el conjunto aurinegro fue mucho más y se quedó con la victoria.

El Torneo Intermedio tiene tanta importancia como el Apertura y el Clausura. Podría decirse que incluso más, porque en un corto lapso de tiempo un equipo (el campeón) se asegura presencia en la Copa Sudamericana. Sin embargo, este certamen nació en realidad para darle más actividad a los equipos y, ante la demora de la creación de una Copa Uruguay como se juega en casi todo el resto del mundo, se llegó a esta solución.

¿A qué va a esto? A que el Intermedio bien puede adoptarse como un símil de una copa en otros países y a eso se pareció este Peñarol-Danubio saldado con triunfo mirasol por 2-0, porque como hacen los equipos que juegan copas locales, presentaron un montón de futbolistas suplentes. Ello, no obstante, fue productivo, porque el partido resultó atractivo.

Peñarol tuvo lesionados, sentidos y un suspendido. Y a casi todo el resto se lo preservó para el juego del martes ante Fluminense en Río de Janeiro. Danubio, en tanto, también tenía lesionados y suspendidos. De hecho, el aurinegro presentó una línea de fondo con tres nuevos y la franja hasta cambió el sistema y utilizó tres en el fondo.

Demasiadas variantes que alteraron el funcionamiento de los dos. Lo sintió más Danubio, quizás por la diferencia en la jerarquía del plantel.

Peñarol, en base a individualidades, llevó bastante mejor el trámite y dominó claramente el juego, pese incluso a una decisión de Diego López poco entendible. Ignacio Lores había estado imparable en los primeros minutos, desbordando por derecha, armando un buen circuito con Ezequiel Busquets y llegando incluso a poner un cabezazo en el palo. Era el arma principal en ofensiva, pero cuando se lesionó Gastón Rodríguez, “Memo” decidió colocar a Agustín Canobbio por la izquierda, pasar a Brian Rodríguez a la derecha y a Lores de punta.

A “Nacho” le costó adaptarse a la nueva función, aunque terminó siendo figura con un gran segundo tiempo, demostrando que a cada partido crece un poco más.

Danubio no tuvo fuerza en ningún momento del partido y eso fue clave para que el aurinegro no perdiera la paciencia. Y así llegó a los goles, primero producto de un gran pase filtrado de Canobbio para la definición del goleador Luis Acevedo y luego a través de un cabezazo de Fabricio Formiliano. Y pudo llegar el tercero, pero un zurdazo de Lores dejó temblando el travesaño.

La franja, sin poder de respuesta, debió conformarse con que no la golearan.

Peñarol sacó los tres puntos aun jugando con mayoría de suplentes y sigue sumando en la Anual.

Y los hinchas pudieron regalarle los últimos aplausos a Brian Rodríguez.

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