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Siempre se levanta

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Foto: Gerardo Pérez.

TORNEO INTERMEDIO

Peñarol venció a Boston River y llegó a la punta de la Anual

Y ahí va Peñarol... Absorbiendo golpe tras golpe, pero levantándose sistemáticamente. Empezó el Intermedio con derrota y hoy es líder del Grupo B; quedó eliminado de la Libertadores y al juego siguiente goleó 6-0 a River Plate; el técnico Leonardo Ramos anuncia que se va por la mañana y el equipo gana por la noche por un claro 3-0 sobre Boston Rier para alcanzar el primer lugar de la Anual, compartido con Nacional.

Este conjunto aurinegro es como ese boxeador que se refugia contra las cuerdas, asimila la andanada de golpes del rival y cuando todos esperan el nocáut, se incorpora para meter un par de golpes directos y contundentes para salir airoso.

Lo que nunca consigue es dejar tranquilos a los hinchas, porque su irregularidad es tan llamativa como su poder ofensivo. ¿Cómo entender el rendimiento de los primeros 30 minutos de ayer ante Boston River comparados con los de apenas 72 horas antes? El domingo el aurinegro hizo tres goles en media hora y anoche ni siquiera hizo un remate al arco en ese lapso. De hecho, el primer tiro fue el cabezazo de Fabricio Formiliano que a los 32 minutos abrió el marcador. Hasta ahí Boston River había manejado mejor la pelota y había sido más profundo, aunque carente de precisión. Cierto es que a los 5’ le cobraron un offside insólito a Gonzalo Mastriani cuando se iba solo hacia el arco rival luego de haber picado desde su campo, pero en virtud de lo visto en cuanto a la falta de contundencia de los rojiverdes, pasa a ser una anécdota.

De cualquier manera, para tratar de explicar esa diferencia de rendimiento aurinegro de un partido a otro en esa primera media hora hay que buscar por las ausencias de Guillermo Varela y Cristian Rodríguez, pero sobre todo de este último por ser el capitán del equipo y, principalmente, porque es quien impone los ritmos del juego.

Maximiliano Rodríguez se paró de doble cinco junto a Guzmán Pereira y la cosa no fue bien. Peñarol no tuvo claridad para salir jugando hasta que hubo un cambio táctico: la pelota dejó de pasar tanto por el argentino y la manejó más Pereira, quien la distribuyó mucho mejor, comenzó a habilitar a los laterales, éstos a subir (más que nada Lucas Hernández por izquierda) y también se encendió más Fabián Estoyanoff. Así comenzó a cerrarse la brecha entre el mediocampo y los dos puntas (Fidel Martínez y Cristian Palacios), lo que comenzó a volcar la cancha hacia el arco defendido por Gonzalo Falcón.

Peñarol se adueñó entonces de la pelota, del campo y de la iniciativa ante un Boston River sin respuesta, porque el balón no le llegó a Robert Flores y éste (parado como enganche en un 3-4-1-2) no pudo lanzar a los puntas ni a Pablo Adorno, quien había sido su mejor aliado por la izquierda.

La consecuencia lógica de todo esto fueron dos goles más de Peñarol, dueño de una contundencia envidiable: llegó a 40 tantos en el año (el que más hizo), a 12 en 3 partidos del Intermedio y a la punta en ambas tablas. Todo eso el mismo día en que la institución reveló que deberá salir a buscar un nuevo técnico.

En una noche de confirmaciones, la principal desde lo futbolístico es el muy buen momento de Guzmán Pereira, que volvió a ser figura y que estuvo a punto de convertir un gol merecido que el palo le negó en la jugada del 3-0.

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