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Qué tiene Peñarol para ser campeón: actitud, orden táctico y fútbol

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Gritos. Leonardo Ramos vive los partidos como pocos. Foto: AFP
NELSON ALMEIDA

Los aurinegros no dependen de sí mismos para quedarse con el título del Apertura, pero tienen argumentos firmes como para ilusionarse.

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Quedan solamente cuatro fechas para que termine el torneo Apertura. Peñarol está tercero en la tabla, a tres puntos del líder (Nacional) y respirándole en la nuca a Defensor Sporting, que tiene una unidad más que los carboneros.

El equipo de Leonardo Ramos debe visitar a Plaza Colonia en el Supicci el próximo sábado; luego recibe a River Plate en el Campeón del Siglo; vuelve a ser local ante Cerro en la penúltima jornada y al final visita a Racing, seguramente en el Estadio Centenario.

Lo que le queda en el fixture a Peñarol parece más sencillo que lo que le falta, por ejemplo, a Defensor Sporting. Sus únicas dos salidas son frente a Plaza y Racing. Los colonienses no están fuertes como en otras oportunidades. Hoy Plaza está complicado en el descenso y ocupa el lugar 13 de la tabla de posiciones del Apertura.

Los de Sayago, por su parte, han realizado una campaña irregular y están decimoprimeros en la tabla con 11 unidades. Quizás el escollo más difícil para el equipo de Ramos sea Cerro. Los albicelestes luchaban por el título hasta el fin de semana pasado, aunque matemáticamente todavía tienen chance de conseguirlo, y han hecho un muy buen torneo de la mano del técnico colombiano Diego Alonso Barragán.

Es verdad que Peñarol no depende de sí mismo, por lo que debe ganar los cuatro partidos que le quedan y esperar un traspié de tricolores o violetas. También es cierto que Nacional y Defensor Sporting, que sí dependen de sí mismos, deben enfrentarse entre ellos. Esto ocurrirá en la penúltima fecha del torneo en el Franzini.

Pues bien, analizando lo que tiene Peñarol para ser campeón o al menos para ganar los cuatro partidos que le quedan, lo primero que hay que resaltar es la actitud. "Este Peñarol tiene la estirpe de los equipos de antes, eso que me pedían los hinchas", le dijo Leo Ramos a Ovación antes de debutar en la Copa.

"La estirpe del Peñarol de las Copas de antes. Este es un equipo aguerrido, tácticamente ordenado y que trata de manejar la pelota. Eso es lo que tiene Peñarol hoy. Tiene muy buenos jugadores, pero nosotros le agregamos otra cosa, eso que el hincha o la misma institución pedía. Eso de volver a las fuentes, de no dar pelota por perdida y de correr hasta lo último", insistió el entrenador.

Y tiene razón, pues hoy a Peñarol (el único invicto del torneo) no se lo puede criticar por no tener garra, ganas, actitud o como quieran llamarlo; eso que los hinchas tanto reclamaban en torneos anteriores. Prueba de ello es que el equipo es capaz de recuperarse tras sufrir un duro golpe, como el del miércoles pasado en San Pablo, y ganarle a Danubio cuatro días después a pesar del gran desgaste físico y anímico que significó la visita a Palmeiras.

O como cuando derrotó a Juventud por 2 a 0 tras haber jugado el clásico entre semana, un clásico cuyo resultado le había dejado mal sabor de boca.

Pero este Peñarol le pone el pecho a las balas. Y por eso se ilusiona con quedarse con el Apertura, aunque no dependa de sí mismo. Tiene jugadores que ratifican partido a partido su jerarquía y personalidad.

El arquero Gastón Guruceaga es uno de ellos. Ha crecido en el arco. Atrás quedaron algunos errores que cometía el año pasado y que costaron puntos. Se queda con las pelotas claves, como debe hacer quien custodia el arco de un equipo grande.

Yefferson Quintana lleva sólo cinco partidos en Primera División, pero ya se ha convertido en figura. Por la forma en que marcó a Silveira en el clásico y por cómo jugó en San Pablo por la Copa. El juvenil y Ramón Arias tienen personalidad y son baluartes en la defensa. Quintana fue otro acierto de Ramos.

Nahitan Nández merece un capítulo aparte. He crecido una enormidad jugando abierto por derecha, donde más se luce y donde llega con peligro para habilitar a sus compañeros y también para convertir. Por algo es el goleador aurinegro en el Apertura. Ramos le dio la cinta de capitán a pesar de sus 21 años y ese brazalete, lejos de cargarlo de responsabilidad, lo hizo crecer. Otro acierto.

Y después está el "Cebolla" Rodríguez, que paso de lesionarse cada dos por tres en Independiente a jugar todos los partidos en Peñarol sin problemas. Creando peligro con su potencia por izquierda.

Gritos. Leonardo Ramos vive los partidos como pocos. Foto: AFP
Gritos. Leonardo Ramos vive los partidos como pocos. Foto: AFP

PEÑAROLSILVIA PÉREZ

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