REFUERZOS

Con un contrato que se extenderá hasta el final de la presente temporada, Peñarol confirmó ayer el regreso al club de Hernán Novick, uno de los pedidos de Mario Saralegui.

Luego de haber quedado por el camino en toda actividad internacional tras ser eliminado de la Copa Libertadores en fase de grupos y de la Copa Sudamericana en la segunda fase, el aurinegro tiene ahora un solo objetivo: ganar el Campeonato Uruguayo.

Para eso, el club se reforzó primero con la llegada del argentino nacionalizado mexicano Ariel Nahuelpán, quien ya se sumó a los entrenamientos pero que todavía no estará a la orden de Mario Saralegui, y también con la vuelta a la institución de Novick.

El volante ofensivo de 31 años que llega tras un largo pasaje por el fútbol de Paraguay —jugó en Guaraní, Cerro Porteño y Sol de América— y será la otra cara nueva del plantel carbonero, firmó su vínculo con el club donde ya supo jugar entre 2013 y 2016, siendo campeón Uruguayo en la temporada 2015-2016 bajo el mando de Jorge Da Silva.

Además de reencontrarse con su hermano Marcel en el plantel, Hernán afrontará su segundo ciclo en el club aurinegro en el que durante 2013 y 2016 disputó 46 partidos aportando cuatro goles y siete asistencias.

Ahora será otra la historia. Hernán Novick no llega como el salvador ni mucho menos, pero sí tiene una gran chance para poder desnivelar en un equipo que desde lo colectivo no ha tenido buenos rendimientos y a la vista están los resultados: cambio de técnico, eliminación de las copas, último en el Torneo Intermedio 2020 y a 10 puntos de Nacional en la Tabla Anual.

¿Qué puede aportar? Volante ofensivo y de buena pegada, Novick se puede desempeñar en cualquier zona de la mitad de la cancha, aunque en el 1-4-2-3-1 al que apuesta Mario Saralegui bien podría ubicarse por detrás del “9” o volcarse a una de las bandas, aunque su mejor versión se pude ver por el centro, abriendo juego.

Otro punto importante es lo que pueda llegar a aportar en la pelota quieta, un rubro que históricamente le ha dado resultados a Peñarol pero con buenos ejecutantes, algo que hoy el plantel no tiene salvo algunos intentos de Terans.

Lo cierto es que para ir en busca del último objetivo que le queda —el Uruguayo— Peñarol apostó por un viejo conocido y selló el regreso de Hernán Novick, quien tendrá una nueva chance en el club de sus amores.

La pelota quieta
Un aspecto importante del juego que Peñarol no ha logrado capitalizar en esta temporada es la pelota quieta y en esa faceta, Novick le puede aportar algo diferente al equipo. De hecho, de los cinco goles que anotó en 2020, cuatro fueron a balón parado: tres de penal y uno de tiro libre.

Visión de campo
Su condición de volante ofensivo hace que tenga una buena visión de la cancha, pudiendo jugar por cualquiera de los costados o el centro. En el esquema de Saralegui podría jugar por detrás del “9”.

Poca actividad
En el fútbol paraguayo y durante cuatro temporadas, jugó 131 partidos con un promedio de 32 encuentros por año. En lo que va del 2020 disputó 21 con la camiseta de Sol de América.

Luego de jugar en Peñarol de 2013 a 2016, Hernán Novick se fue al fútbol de Paraguay para ponerse la camiseta de Guaraní. Luego pasó a Cerro Porteño y su último club fue Sol de América, con el que rescindió contrato para volver al carbonero.

El volante ofensivo de 31 años jugó por última vez en Sol de América fue el 27 de septiembre en la derrota 4-2 frente a Olimpia. En lo que va del 2020, Novick jugó 21 partidos con el equipo guaraní y convirtió cinco goles y puso seis asistencias.