El gremio de futbolistas bolivianos decretó un paro que puede afectar al combinado del altiplano, rival de Uruguay el próximo 8 de octubre.
El gremio de futbolistas bolivianos (Fabol) declaró una huelga por deudas económicas de tres equipos a sus jugadores y la medida puso en riesgo la concentración del selección para enfrentar a Uruguay el 8 de octubre y el reinicio de la octava fecha del torneo local.
"Se parará el torneo hasta que exista una solución y los jugadores no participarán de la convocatoria a la selección", afirmó en conferencia de prensa llevada a cabo en Santa Cruz, David Paniagua, el asesor legal de Fabol.
Blooming, Wilstermann y San José no cumplieron con sus jugadores y la deuda que mantienen con ellos es de 300.000 dólares.
La selección boliviana debe iniciar su concentración el domingo 20 de este mes, para su primer partido oficial de local el 8 de octubre ante Uruguay, por las eliminatorias para Rusia-2018. Posteriormente, la selección del altiplano debe desplazarse a Quito, para su segundo partido ante Ecuador.
La protesta tiene lugar en medio de la peor crisis del fútbol boliviano, tras la detención del expresidente de la Federación Boliviana de Fútbol y tesorero de la Conmebol, Carlos Chávez, por una investigación de la justicia local por supuesta corrupción. La crisis también afectó a la selección, dado que a mediados de agosto renunció el técnico Mauricio Soria y su sucesor Julio César Baldivieso fue designado recién a fines del mes pasado.
Bolivia