El Nacional de Munúa navega por el mar de la tranquilidad.
No perdió ninguno de los dos clásicos de verano, estiró la racha ganadora del tricolor, y conquistó la segunda copa de verano (por penales) ante Palmeiras, rival de la Libertadores, ideal para cotejar fuerzas y nivel. En el puerto de enfrente, Peñarol sigue navegando en un mar tormentoso, lleno de dudas y con una interna feroz que se traslada a las redes sociales sin piedad. Si hasta parece (después del cese de Bengoechea) que cambió el paladar del hincha aurinegro y hoy se conforma con ganar torneos cortos y no le afecta seguir en esta sequía clásica. Pero bueno, así son las cosas. Y como bien decía el ex-entrenador de los aurinegros en cada conferencia de prensa, "esto es fútbol". Pero también es política. Y no debe haber nada peor. Y en ese sentido, Nacional también navega en el mar de la tranquilidad.
desde el arco | JOSÉ MASTANDREA