El fútbol no fue el esperado según la calidad de los jugadores, pero los hinchas igual disfrutaron de la fiesta.
No era un partido más y el Centenario se vistió de fiesta para recibirlo. El ambiente se notaba desde varias horas antes. Las banderas y camisetas que colgaban de los puestos de venta ya le daban un colorido especial al Parque Batlle. Las vuvuzelas, esas que recuerdan el mundial de Sudáfrica, sonaban fuerte y muchos hinchas se detenían para aceptar la invitación de pintarse una bandera o un simple corazón celeste en el rostro.
Cuando los altoparlantes anunciaron las alineaciones, el estadio se vino abajo al escuchar los nombres de Luis Suárez y Edinson Cavani. A Messi también lo aplaudieron. Incluso algunos hinchas locales. El himno, que ya nadie se queda sin cantar, fue un momento emocionante que las luces de los celulares saludaron desde las tribunas.
Lionel Messi y Luis Suárez se tomaron juntos una foto con las camisetas número 20 y 30 dando así el puntapié inicial a la candidatura rioplatense para el Mundial 2030.
La hinchada visitante se hizo oír y hasta cantó que “¡a esta provincia le tenemos que ganaaar!”, lo que fue repudiado con silbidos por los celestes.
El fútbol que se vio en la cancha no fue el esperado para la calidad de los jugadores que integran ambas selecciones, pero la hinchada no se privó de vivir su fiesta.
FOTOGALERÍASILVIA PÉREZ