“Nunca me hubiese imaginado un clásico así”, dijo Santiago Romero, autor del tanto de la victoria.

Entró solo. Tan solo que ningún jugador de Peñarol ni siquiera atinó a molestarlo. El "Colorado" Romero ingresó expreso sobre el arco de la Tribuna Ámsterdam, saltó limpito y de un cabezazo la mandó a guardar para el delirio de la hinchada tricolor. Luego de la remontada de los de Pablo Bengoechea, Nacional volvía a estar arriba en el tanteador y comenzaba a acariciar el título que lo distingue como el mejor de la temporada 2014/2015.

"Estoy muy contento por la victoria, más allá de que fue muy sufrida. En líneas generales, creo que fuimos superiores. En el segundo tiempo equivocamos los caminos y ellos pudieron llegar al empate. A veces es muy difícil mantener el ritmo y ellos lo aprovecharon para empatar el juego con dos pelotas paradas. Por suerte, en el alargue volvimos a hacernos fuertes y nos quedamos con la victoria. Estoy muy orgulloso de mis compañeros por cómo jugaron esta final", explicó.

"Ya se estaba festejando el campeonato cuando llegó ese penal que nadie imaginó. Fue una sensación rara, de amargura y calentura, pero sabíamos que debíamos sacar esa rebeldía de adentro para ganar el partido", agregó.

El propio futbolista reconoció que este tipo de encuentro no estaba en sus planes. "Esto se venía viviendo inconscientemente desde hace un mes, principalmente después de que nos cruzamos en el Clausura, pero la verdad que nunca me hubiese imaginado un clásico así, tan cambiante".

Consultado sobre los siete minutos que quedaron por disputar, señaló: "Para nosotros el partido terminó acá y por eso lo festejamos como tal. Nadie nos comunicó nada".

El poilifuncional del "Guti" tuvo su premio y se transformó en el héroe tricolor.

SANTIAGO ROMEROÁNGEL ASTEGGIANTE