Marcio Benítez, que ya debutó en Primera, explica: “En juveniles siempre tenés un oído que te escucha”.

Nacional clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores, con dos triunfos se enderezó en el Torneo Clausura, donde está a un punto del líder Plaza Colonia y sigue segundo en la Tabla Anual, también a una unidad del puntero Peñarol. Pero los aspectos positivos del semestre no se quedan ahí: apareció el lateral izquierdo Mathías Olivera —que cuando fue llamado a actuar por Alfonso Espino lo hizo de buena forma—, se afianzó Felipe Carballo, que el domingo contra Defensor Sporting fue la figura del equipo, y debutó en Primera Marcio Benítez, quien tuvo sus primeros minutos frente a El Tanque Sisley, en la séptima fecha del certamen local, cuando Nacional ganó 3-1 en el Gran Parque Central.

Nacional continúa presentando campeonato a campeonato a sus nuevos valores, que son fruto de un trabajo dedicado en las divisiones formativas. De la misma manera, ya se han potenciado y en la actualidad son importante en el andamiaje del equipo futbolistas como Santiago Romero o el floridense Leandro Barcia (que llegó al club en Cuarta División, procedente de River Plate de su ciudad), mientras que hay varios que esperan por su oportunidad para debutar.

Marcio Benítez tuvo su primera práctica con Nacional a los 11 años. Walter López lo vio en un partido de la selección de baby fútbol de Paysandú —su ciudad natal— y lo invitó a sumarse. Fue así que siendo un niño viajaba junto a sus padres para practicar cada 15 días, y ya en Séptima División se quedó a vivir en la residencia que tienen los tricolores para sus jugadores juveniles.

"Cuando vivía en la residencia muchos extrañaron y se fueron, pero era cuestión de querer llegar; yo quería ser jugador de fútbol y sabía que tenía que aguantar y adaptarme lo más rápido posible. Va un poco en cada uno, de tener las metas claras", comenta el sanducero de 19 años, que ahora vive junto a sus padres y sus dos hermanos menores, Maicol y Paula, en un apartamento en el centro de Montevideo.

Si bien Marcio Benítez practicó esporádicamente en Primera División cuando el técnico era Álvaro Gutiérrez, fue ascendido definitivamente al plantel principal por Gustavo Munúa en julio pasado. "Cuando me suben me tomó un poco de sorpresa porque venía del proceso de la selección Sub 20; quedé afuera en el final, tuve un bajón y hasta llegué a ser suplente en Cuarta, pero luego surgió una gira a Austria y Eslovaquia, me fue bien, hice un click y de a poco volví a mi nivel", recuerda.

En las inferiores, Benítez era una mediocampista ofensivo, aunque ya en Cuarta, con Carlos Rodao como entrenador, empezó a jugar como delantero por afuera. Puede jugar como volante ofensivo por afuera, como enganche o como puntero, en el ataque. Realizó todo el proceso de selecciones. Empezó en la Sub 15 con Alejandro Garay, que fue su primer DT en Nacional, y luego jugó en la Sub 17 —categoría en la que participó del Mundial de 2013 de Emiratos Árabes— y en la Sub 20.

El sanducero se refiere al éxito de las formativas de Nacional: "Yo creo que es por la manera de trabajar en juveniles. Hay otros clubes que no tienen la infraestructura que tiene Nacional ni el equipo de personas que tiene el club con los psicólogos, los asistentes sociales, nutricionistas, los mismos técnicos y profes, que también cumplen otras funciones que no solamente es dirigir, siempre te ponen el oído para escuchar. Con ese apoyo y con la manera de trabajar que tienen ellos te dan un incentivo para llegar y te dan lo mejor de sí por más que estés en las divisiones formativas, en Tercera o en Primera. Eso es lo importante: el trato que tienen contigo".

Marcio destaca, entre tantos especialistas que tuvo a disposición en las formativas, el trabajo del psicólogo Damián Benchoam, con quien sigue en contacto. "A mí me ha hecho muy bien, me ha ayudado pila; he tenido circunstancias en lo que he precisado y me ha servido para aclarar las ideas", sostiene bajo la atenta mirada de su padre Jorge, que supo ser técnico de baby fútbol en Paysandú.

Benítez, que ya había tenido minutos en algún partido amistoso (como contra Estudiantes), que finalmente debutó oficialmente en la séptima fecha del Torneo Clausura, se refiere, por último, al presente tricolor en la Copa: "Hace tiempo que Nacional no tenía el protagonismo que tiene ahora en un torneo internacional, y eso es lo que estamos buscando nosotros, salir a jugar partidos contra cualquiera y ser protagonista, no meternos atrás, sino tener la pelota y manejar nosotros el juego como queremos".

Felipe Carballo es una de las gratas revelaciones de Nacional en este semestre. Lleva jugados 254 minutos en el Torneo Clausura y fue la principal figura que tuvo el equipo albo el domingo contra Defensor Sporting, con presencia en el medio y hasta un golazo. En la Libertadores ya jugó 137.

El lateral izquierdo Mathías Olivera (19) es otro de los juveniles que se ganó su lugar en el plantel de Primera División y que, cuando le tocó jugar, lo hizo de buena forma. De hecho, ya lleva 180 minutos jugados tras ser titular y jugar los 90 contra River Plate y frente a Plaza Colonia. Aún no debutó en la Libertadores.

Es el tercer arquero del plantel de Primera y está esperando su oportunidad. Realizó todas las divisiones formativas en Nacional.

Naturalmente es lateral derecho, que también puede jugar por el sector izquierdo. Llegó a los tricolores en Cuarta División. Tiene 21 años y ya debutó en el partido frente a Plaza Colonia en el Clausura. 

Al igual que Cavanna, tiene 21 años. Es un delantero que juega por afuera y que realizó todas las divisiones formativas en Nacional.

Tiene 18 años e hizo todas las formativas en el club. Juega como volante ofensivo o delantero. Sorprendió al estar en la lista de la Copa.

Tiene 18 años, es zaguero y llegó a Nacional hace dos años, para jugar en Quinta. Ha practicado alguna vez con Primera y está en la Sub 20.

NACIONALJUAN PABLO ROMERO