EUROPA
Marquinhos en el minuto 90 y Choupo Moting en el segundo minuto de descuento pusieron al campeón francés, en el día de su cumpleaños 50, en semifinales.
Luego del desaire que le hizo Paris Saint-Germain a Edinson Cavani al dejarlo afuera del afiche que celebraba los 50 años de vida del club, los uruguayos definitivamente se volcaran a alentar al Atalanta.
Cuando ya se saboreaba ese triunfo como propio, apareció la jerarquía de los futbolistas del campeón francés para romper los sueños de uruguayos e italianos, porque un gol de Marquinhos en el minuto 90 y otro de Maxim Choupo-Moting en el segundo minuto de adición dieron vuelta el marcador y sellaron el boleto del PSG a semifinales de la Champions League.
Era, a decir verdad, la lógica. La diferencia de jerarquía y experiencia entre un plantel y otro era gigantesca, pese a que PSG no tuvo a Ángel Di María ni a Verrati y durante buena parte del partido en el banco a Kylian Mbappé. A modo de ejemplo, Thiago Silva (capitán de PSG) tenía él solo más partidos que todo el equipo de Atalanta: 77 contra 73.
Así y todo, basado en un planteo táctico muy ordenado por Gian Pietro Gasperini, Atalanta comenzó en ventaja con un gol de Mario Pasalic al minuto 26. Y así se mantuvo la cosa hasta los minutos finales.
Neymar jugó un gran partido, pero no tenía la compañía adecuada. Keylor Navas (quien salió lesionado sobre el final) había salvado su valla varias veces y por eso PSG se mantenía en partido.
Tuchel mandó a la cancha a Mbappé para jugar la última media hora y allí el partido pasó a jugarse en cancha de un Atalanta que aguantaba cuanto podía, pero que cada vez retrocedía más y se quedaba sin ataque.
Entonces llegaron los goles y la clasificación de un PSG que ahora aguarda en semifinales por Atlético de Madrid o Leipzig, que se enfrentarán hoy en la burbuja de Lisboa a partir de la hora 16.