Pezzolano nació en el barrio Goes. Hizo el baby fútbol en el Dryco y luego pasó a la Octava División de Peñarol. Lo llevó Dicono, que en lugar de Pezzolano le decía Papaleo y le quedó el apodo de "Papa" para siempre.

En Quinta los aurinegros lo dejaron libre. "Decían que era chiquito y flaquito. Pero jugaba de 10 todos los partidos. Hasta que llegó el cuerpo técnico de Julio Ribas y quedé libre. Y enseguida pegué el estirón. El Lito Silva, un gran amigo que se fue hace poco, me llevó enseguida a Rentistas". Llegó al "bicho colorado" con 15 años y unos meses más tarde lo subieron a Primera División. Lograr el ascenso con Rentistas teniendo sólo 16 años es uno de sus mejores recuerdos. "En realidad tuve buenos momentos en todos lados, la primera vez que salí al exterior, a Paranaense, o cuando jugué la Copa con el Defensor Sporting del Polilla", aseguró.

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