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Omar Pérez: el hermano que jugaba mejor

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Loco Pérez
Gerardo Perez

HISTORIAS

Lamenta no haber hecho un buen pase, de esos que salvan económicamente, como el “Ruso” pero no se queja de su carrera: jugó en los dos grandes y...que le quiten lo bailado.

Omar Pérez dejó de jugar hace cinco años. A menos profesionalmente. Su último equipo fue Villa Teresa pero luego jugó un año más en San José, defendiendo al club Río Negro.

Su carrera duró 23 años y está conforme con ella. Jugó en los dos grandes, lo que no es para cualquiera. Pero le hubiera gustado pegar un contrato importante, como su hermano Diego, quien tras jugar seis meses en Peñarol firmó por seis años con el Mónaco de Francia.

Hoy se ríe al recordar que al principio Diego era el hermano del “Loco”, pero que las cosas cambiaron y él pasó a ser el hermano del “Ruso”.

Le puso final a su carrera a los 39 años, aunque podía haber seguido jugando. “Uno de los factores fue monetario. A cierta edad ya no te pagan adecuadamente. Y si aceptaba jugar por poca plata marcaba un mal ejemplo para los jóvenes que venían detrás y que recién empezaban. Los dirigentes se pueden agarrar de esas cosas y decirle a los jóvenes que si uno que jugó tantos años en diferentes lugares arregla por determinado dinero, ellos no pueden pretender lo mismo. Quise demostrarle a los chiquilines que tienen que hacerse valer por su trabajo más allá de las necesidades que pueda tener cada uno en su casa. Porque la carrera es corta”, explicó el “Loco” Omar.

Debutó en 1993 en Central Español y rescata sus pasajes por Villa Española, Peñarol, Rampla, Cerro y River Plate como sus mejores momentos. “Mi mayor mérito era ver la jugada antes de que me llegara la pelota y tener las opciones para poder gravitar positivamente. Darle buen destino a la pelota y hacer un buen fútbol. Y estar siempre desde el primer minutos hasta que terminaba el partido buscando hacer algo bueno y diferente para el equipo”.

EL DICHO. Con él y el “Ruso” se cumplió el famoso dicho futbolero que asegura que siempre hay un hermano que juega mejor. Y en el caso de los hermanos Pérez, el mejor era Omar.

“Eso es lo que dice todo el mundo. Pero más allá de la carrera que hizo Diego, que es indiscutible por sus condiciones, a veces está el factor suerte. Aunque yo no me puedo quejar de la carrera que hice. Si me quejo es de lleno. Pero no pude marcar la diferencia en lo económico, poder tener un pase fuerte de esos que firmás por dos, tres o cuatro temporadas y quedás con la vida solucionada. Fue lo que me faltó. No pude hacer la diferencia para hoy quedarme sentado tranquilo en mi casa. Pero he vivido, he disfrutado del fútbol, he viajado, tengo mi casa propia y le brindo lo mejor a mis tres hijos”, explicó.

Familia
Familia. El "Loco" Omar y el "Ruso" Diego Pérez junto a sus padres el verano pasado.

“Pero en la manera de ser somos iguales”, aseguró sobre su hermano cuatro años menor. “Nos criaron de la misma manera para caminar siempre derechos y ser respetuosos. Tenemos los mismos códigos. Somos compañeros y amigos”.

LA FAMA. Omar sabe que la fama de desprolijo lo ha acompañado en su carrera. “Si hubiera sido desprolijo no hubiera jugado hasta los 39 años. Y casi sin lesiones”, se defendió. “Pero la fama está hecha. No es lo mismo ser una figura pública que alguien que no conoce nadie. En mi época de 17 o 18 años ya había tenido un pasaje por la selección y era conocido. Y salía: iba a un baile, al tablado a las Llamadas, o a una comida. O frecuentaba lugares y amistades, que de repente estaban en otra frecuencia pero los conocía de toda la vida, y me quedó esa fama. Capaz que por aquello de dime con quién andas y te diré quién eres. Hasta el día de hoy, que tengo 43 años siguen diciendo lo mismo. Pero estoy tranquilo es como dije si hubiera sido desprolijo, si no me hubiera cuidado, no hubiera hecho la carrera que hice ni hubiese jugado hasta los años en que jugué”, enfatizó.

"LOCO"

El apodo que le puso Scotti por sus caños y sus jopeadas

Andrés Scotti, que fue compañero de Omar en Central Español, fue quien le puso el apodo de “Loco” que le quedó para siempre.  “Yo disfrutaba mucho del fútbol y lo seguía jugando como si estuviera en la calle o el campito. Tiraba un caño o hacía una jopeada, eran cosas normales para mí. Entonces Andrés empezó a decirme ‘Loco’ o ‘Locura’ por mi manera de ser”, explicó.
Un tiempo después pasó a Nacional y allí jugaba, Diego, el hermano de Andrés, que conocía su sobrenombre. “Como me lo decía Andrés, me lo decía Diego. Se lo contó a Ruben Sosa que siempre estaba con los apodos. Y me quedó”, recordó Omar, quien actualmente cumple la cuarentena en su casa del barrio Sur y Palermo de donde nunca quiso salir.
Lo hace en compañía de su pareja y la pequeña hija de ambos, Bianca, de tres años. Sus dos hijos mayores, Nazarena de 20 años y Mateo de 12, viven cerca y van y vienen constantemente de su casa.
También está con ellos su padre, de quien heredó el nombre y el fútbol, dado que también supo de correr detrás de la pelota.
Su madre está en Italia, en Bologna con el “Ruso” desde el 18 de febrero. Fue de visita pero luego no pudo regresar por las medidas tomadas debido a la pandemia de COVID-19. “La media naranja quedó acá y entonces lo adoptamos. Je. Vive cerca también y para no estar solo se viene para acá”, relató el “Loco”.

Hijos
Nazarena de 20 años, Mateo de 12  y Bianca de tres, los tres hijos de Omar. 

De niño practicó todos los deportes. Pero llegó un momento que tuvo que elegir entre el baby fútbol y las formativas del club Atenas. “Me gustaban las dos, pero se practicaba en el mismo horario y me quedé en el Enrique López, donde hice todo el baby fútbol”, explicó quien dejó el liceo en segundo. En ese momento lo habían citado a una preselección Sub 17 y priorizó el fútbol. Hoy sabe qué se equivocó: “Fue una mala opción dejar de estudiar y dedicarme al fútbol de lleno”.

Ese fue el único momento en que trabajó en algo que no tenía que ver con la pelota. En Central Español le consiguieron un trabajo en un supermercado en el que tenia que embolsar las verduras. Pero duró solo un par de meses y se fue.

Omar defendió 15 camisetas en su carrera (la de Central Español en cuatro etapas diferentes)y sabe mucho de clásicos. Jugó en Nacional y en Peñarol y los vivió de los dos lados. También disputó el de la Villa jugando primero con Rampla Juniors y años después con Cerro. Que le quiten lo bailado.

Omar
Omar hace su primera experiencia como entrenador principal en Sud América. 
entrenador

Sud América tiene un técnico diferente y completo

Hoy Omar Pérez es el técnico de Sud América. Tras dos experiencias como ayudante técnico del “Ronco” Luis López en Rampla Juniors y otra con Pablo Alonso en Rentistas, es su primera vez como entrenador principal. Pero la actividad de suspendió por la pandemia antes de que comenzara el campeonato de Segunda División.
Llegó al equipo buzón tras dirigir durante cuatro años a la categoría más 32 años del club Náutico. Allí lo llevó Antonio Pacheco y sabe que tiene las puertas abiertas para volver si no le llega a ir bien.
“Estoy muy contento en Sud América. Amo el fútbol, estuve toda la vida en el fútbol y conozco bien el ambiente. Hacer lo que te gusta y poder vivir de eso es muy importante. Era algo que había esperado con muchas ansias”, reconoció y pasó a definirse como entrenador.
“Me gusta el buen fútbol, con mucha dinámica y movilidad cuando tenés la pelota. Busco ser diferente a lo que se considera normal. Pero muy exigente a la vez. Mi equipo debe ser ordenado y salir a buscar la pelota enseguida cuando no la tenemos. Soy completo porque he vivido en el fútbol, sé lo que es disfrutar de un buen fútbol y también manejar otros sistemas cuando es necesario, como jugar de contragolpe”.
Los ayudantes, como fue él en el pasado, suelen ser muy cercanos al futbolista, pero ahora debe cumplir otro papel. “Siempre se marca la distancia, pero en base a lo que he vivido me aferro a la bueno y a lo que me ha dado resultado. Trato de llegarle al jugador, de darle armas y hablarle con sinceridad. Para mí en el error el responsable soy yo y en el acierto es el jugador. Porque los resultados se consiguen en base al grupo y a la calidad de los jugadores que tengas”.

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