ESPAÑA

Barcelona visita este jueves -hora 17:30 al Valencia en Mestalla y Suárez acumula dos amonestaciones, por lo que podría quedarse afuera de la definición de la Copa del Rey, si el club blaugrana avanza, en caso de recibir otra tarjeta.

En partido que se espera sea ardiente, con un clima caldeado en el siempre duro Mestalla, con un estricto Alberto Undiano Mallenco -el árbitro encargado de dirigir la revancha de Valencia-Barcelona por las semifinales de la Copa del Rey (este jueves a la hora 17:30), Luis Suárez corre riesgos de recibir una tarjeta amarilla que le impida llegar a la final del certamen si es que el club blaugrana confirma la ventaja que logró en el Camp Nou.

En la última edición de este torneo, el "Pistolero" no pudo disputar la final de la Copa del Rey ante el Alavés en la despedida del Calderón porque, precisamente ante el Atlético Madrid, en semifinales, vio dos tarjetas amarillas que le impidieron ser partícipe de la lucha por el título copero.

La historia puede volver a repetirse. Porque el salteño tiene una nueva amenaza en forma de sanción al acecho. Es que en la actual edición de la Copa del Rey arrastra dos tarjetas amarillas y, en caso de ver una en Mestalla, se perdería por segundo año consecutivo -siempre pensando que el Barça acceda a la final- el choque por alzar el torneo.

No será una tarea sencilla, por más que ya logró superar el partido de ida sin una amonestación. Todo el mundo sabe que "Lucho" vive los partidos con una singular intensidad. Que es un jugador que da batalla en cada pelota, que no rehuye al roce. Que se convierte en un "perro de caza" cuando tiene que recuperar la pelota y que no hay forma de saciar su voracidad por encontrar la red adversaria.

Sin embargo, en esta ocasión tendrá que tratar de no entrar en el juego de una defensa de Valencia que no se la hará nada fácil como para que el uruguayo juegue relajado. 

Suárez, por otra parte, no es el único futbolista del Barcelona que podría quedarse afuera de la final de la Copa del Rey. El lateral izquierdo Jordi Alba, hoy socio ideal de Lionel Messi en la fabricación de jugadas de gol, también acumula dos tarjetas amarillas. En caso de ver la tercera, adiós a la gran cita.