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El nuevo desafío de Peñarol: tener más minutos de buen nivel futbolístico

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Matías Britos
MARCELO BONJOUR

TORNEO CLAUSURA

En la victoria 1-0 sobre Wanderers jugó el mejor partido desde la llegada de Mauricio Larriera, pero terminó sufriendo como en los anteriores juegos.

Circulación de pelota, movilidad, velocidad, sucesión de toques, presión alta, contención y varias llegadas de peligro. Peñarol tuvo todo eso ante Wanderers y si bien ganó, lo hizo por un escueto 1-0. Debió ser más amplia la diferencia, pero no la concretó y terminó sufriendo, como en los partidos anteriores.

El primer desafío que tenía Peñarol ante el bohemio era ganar, porque se trataba de un rival directo en la lucha por posiciones de Copa Libertadores en la Tabla Anual. Lo consiguió.

El segundo era dar una señal de recuperación luego de lo que fue el mal partido en el empate 1-1 en Cerro Largo. También la dio, con un cambio táctico fundamental que realizó el técnico como fue colocar unos metros más arriba a Giovanni González, mantener sus buenas incursiones en ofensiva, pero respaldarlo con Juan Acosta en el lateral derecho. Eso, sumado al gran partido que jugó Walter Gargano en la mitad de la cancha, le permitió dominar durante 70 minutos a Wanderers y generar (principalmente en el inicio del segundo tiempo) tres clarísimas situaciones de gol que no concretó.

El problema fue que al no conseguir esos goles que le dieran tranquilidad, el equipo perdió confianza. A su vez, los cambios que metió Larriera para refrescar el equipo fueron contraproducentes, porque Peñarol resignó presión en la salida rival, lo que derivó en que perdiera la pelota y terminara metiendo contra su arco. De cualquier manera, fue el mejor partido del equipo desde que Larriera se hizo cargo de la dirección técnica. Por lo tanto, la señal de recuperación la dio y esa meta también se cumplió.

¿Cuál es el nuevo objetivo de Peñarol entonces? Ganar con autoridad y para ello, tener más minutos de buen nivel futbolístico. Lo más importante para el carbonero es que se demostró a sí mismo que puede hacerlo. Ese debe ser el punto de partida para ganar en confianza, pero debe reforzarla concretando alguna oportunidad más de las que genere.

El próximo partido quizás no sea el mejor para todo esto, porque irá a Belvedere a visitar al invicto Liverpool, líder del Clausura y el equipo más goleador del año con 57 tantos. No obstante, lo enfrentará el viernes, solo  tres días después del juego que este martes el negriazul afrontará en Montevideo ante Universidad Católica de Ecuador por Copa Libertadores y con la cabeza puesta en la revancha de ese juego. Eso le puede jugar a favor a Peñarol.

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