TORNEO APERTURA
Peñarol recibe por primera vez en el Campeón del Siglo a Nacional y si gana dejará casi que sentenciado el Torneo Apertura.
Cuando la hora de que se juegue un nuevo clásico se empieza a aproximar, las sensaciones cambian. Hay una mezcla de expectativa, nerviosismo, ansiedad y temor a que algo malo ocurra. Los violentos tiempos en los que vivimos han llevado a que se hable más de seguridad que de fútbol en lo previo y por eso el principal deseo siempre es que todo transcurra en paz.
A partir de eso, se puede empezar a pensar en fútbol. En este caso, además, hay una circunstancia especial, histórica: se jugará por primera vez en el Campeón del Siglo, el estadio de Peñarol, y se quedará a la espera de que llegue la revancha en el Parque Central, pero eso será en el Clausura.
Pasaron casi 90 años desde la última vez que un clásico se jugó en el estadio de uno de los equipos grandes. El último ocurrió en 1929, fue en el Parque Central y lo ganó Nacional 1-0.
¿Cuál es el contexto futbolístico de este? Veamos: Peñarol llega líder y con posibilidades de prácticamente sentenciar el Apertura si gana. Si embargo, está golpeado por la eliminación sufrida entre semana en Copa Libertadores y desgastado por el partido jugado el miércoles ante Flamengo.
Nacional, en cambio, llega con sus futbolistas descansados (fueron preservados ante Cerro Porteño), pero consciente que no puede seguir perdiendo puntos, pues eso le quita posibilidades en la Anual.
La presión es para los dos, porque es un clásico, aunque Peñarol tiene un extra: no defraudar a su gente en el primer partido en el CDS.