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"Noté interés, y eso es clave"

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Foto: Marcelo Bonjour
Archivo El Pais

Con marcado acento europeo, y pensando las respuestas para no equivocarse en su esforzado español, Massimo Busacca, el exjuez y actual jefe de árbitros de FIFA habló de todo: cómo mejorar, la realidad de Uruguay y hasta del partido en el que dirigió a la Celeste.“Más quieren calidad de los árbitros, más trabajo tiene que haber durante la semana”.

—¿Cuál es el motivo de su presencia en Uruguay?

—Soy representante de FIFA, y cuando una nación miembro pregunta para recibir consejos de lo que son los estatutos de FIFA, que prevé una Comisión de Árbitros, yo estoy, no sólo para dar consejos sobre el estatuto sino consejos por la experiencia que hemos tenido en nuestro proyecto y en nuestro trabajo hasta hoy.

—¿Uruguay está tan lejos?

—Creo que no. Son detalles. Porque haber preguntado y ver a los presidentes que lo quieren, es una forma de humildad; quieren hacer, quieren aprovechar y comprender qué tenemos que hacer en el futuro, eso es importante. Son detalles. Si los comprenden, si los clubes y todos saben que el arbitraje tiene que estar trabajado durante la semana y hacer algo será un beneficio para todos.

—¿Cuáles son esos detalles?

—Antes que todo uno tiene que ver su target (objetivo), qué quiero obtener del arbitraje, qué quiero aprovechar del arbitraje. Cuando tú necesitas y quieres calidad, entonces tienes que comprender cuánta gente y cómo considerar a esa gente. Y al final es como un equipo de fútbol, si buscas un gran entrenador, sabes qué te puede dar; si buscas un joven que no tiene experiencia es un poco la suerte, bueno, vamos a ver qué pasa, una especie de lotería. Para nosotros lo mismo. Cuando ya tienes a la persona justa, sin embargo el proyecto tiene que estar, y tiene que ser el proyecto justo. Si tienes la persona, pero no tienes proyecto, no se puede aprovechar a esa persona. Sobretodo, que es importante, es que se necesitan años, no es de un día al otro que vas a tener resultados.

—¿Qué cosas básicas hay que modificar en Uruguay?

—Me explicaron un poco cómo funcionan las cosas porque no sé exactamente como es. Pero veo que lo quieren hacer, que quieren hacer un proyecto, que es fundamental. Noté que hay interés, y eso es clave. Los presidentes de los clubes estuvieron muy atentos cuando estuve hablando y aceptando y comprendiendo que es un trabajo que tienen que hacer. Ahora está en su capacidad de comprender cuánto este proyecto tiene que estar actuado. Más quieren calidad de los árbitros, más trabajo tiene que haber durante la semana. Es como un equipo de fútbol: más se trabaja durante la semana, más el entrenador le habla a sus jugadores, al final mejores resultados se van a obtener. Para los árbitros es lo mismo, sino la suerte es lo que actúa.

—Hablando de su época de árbitro, ¿cuál fue el partido más difícil de arbitrar?

—Hay muchos. La verdad me recuerdo las cosas bonitas de lo que he hecho y creo que en mi carrera tengo muchos partidos que fueron muy duros.

—Y si le pregunto por su mejor partido, aquel en el que rozó la excelencia...

—La verdad que tengo la respuesta, porque el partido en el que pasé mejor, donde yo no hice muchísimo sacrificio para hacer que el partido vaya bien es en ese donde no hice nada, donde los jugadores se comportaron bien, donde no hubo faltas, donde el partido se jugó solo. Fue la final de la Champions en Roma, entre Barcelona y Manchester United. Hubo siete faltas en la primera parte y creo que nueve en la segunda, 16 en total; pensando que en la Copa del Mundo hemos tenido una media de 30 faltas por partido, en una final de Champions con 17 faltas... ¡Se jugó solo! Entonces yo me puse al lado, como espectador de lujo, sin pagar el billete, y se jugó solo. El partido donde al final hice poco es cuando los jugadores se comportaron bien y donde al final te dicen: ¡Ah! ¡Qué buen arbitraje!, ¡No! No es la verdad. No compliqué algo que ya estaba yendo bien. ¿El árbitro dónde tiene que meterse mal? Cuando los jugadores no respetan, hacen muchas faltas, donde el entrenador no lo preparó bien. Pero tenemos estadísticas muy importantes: a la final de la Copa del Mundo entre Alemania y Argentina llegaron los dos equipos más correctos del Mundial... Entonces el mensaje es: se puede jugar al fútbol correctamente y llegar al final de una competición.

—¿Cómo vivió aquel partido que dirigió en el Centenario entre Uruguay y Costa Rica?

—(Risas) No fue fácil. Hubo mucha presión, pero también por culpa de los periodistas creo (risas). El árbitro tiene que comprender la mentalidad de un país, y no la mentalidad de un país al árbitro. Y la comprendí inmediatamente, me puse adentro de ese contexto e intenté manejarlo lo mejor posible. Todos no se olvidaron de lo que pasó al principio con el himno, y muchísimas cosas, como provocaciones, pero creo que al final hubo respeto de los dos equipos.

—¿Usted sabía que el himno uruguayo era tan largo?

—(Risas) Fue una gran novedad de ese partido... ¡Pero era muy lindo!

Trayectoria

Tuvo su destaque

nMassimo Busacca (45) nació en Bellinzona, Suiza. Comenzó su carrera en 1996 y tres años más tarde pasó a ser juez internacional de FIFA. Arbitró, entre otros torneos, el Mundial de 2006, la final de la UEFA 2007, la final de Champions 2008/09 y la vuelta del repechaje entre Uruguay y Costa Rica. Ahora es el Jefe del Departamento de Arbitrajes de FIFA.

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Foto: Marcelo Bonjour

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