CLÁSICO

Los goles en contra le quitaron la magia a la gritos de las hinchadas que esperaban otra cosa del clásico

Era un clásico muy especial. El primero que se jugaba en el Campeón del Siglo. Y fue empate 1 a 1.

Si alguno de los dos hubiera ganado, hubiera quedado en la historia. Peñarol porque era el que tenía la gran responsabilidad de triunfar, o al menos de no perder en su cancha. Lo que a la postre consiguió. Y Nacional porque le hubiera arruinado al tradicional adversario el primer clásico en su casa.

Otro que hubiera podido quedar en la historia, era el jugador que anotara el primer gol en un clásico histórico como el de la víspera. Pero tampoco, porque los dos goles fueron en contra y eso le quita un poco la magia, aunque vale lo mismo. El de Nacional, que fue la apertura en el CDS, lo anotó el “Cebolla” Rodríguez, que peleaba con Bergessio por la pelota.

Y el empate aurinegro, lo marcó Guzmán Corujo en cuyo cuerpo pegó la pelota que intentaba mandar a la red el “Toro” Fernández.

A pesar de la gran cantidad de delanteros que hubo en cancha, porque López colocó a Estoyanoff y a Gastón Rodríguez, y mantuvo en el campo a Fernández y Viatri. Gutiérrez, por su parte, se la jugó y puso a Kevin Ramírez, Octavio Rivero y a “Papelito” Fernández, pero no hubo caso, los únicos dos goles fueron en contra.

Por eso hay que buscar otras cosas que puedan quedar en la historia. Por ejemplo, la primera tarjeta amarilla en la recibió Agustín Canobbio a los 3 minutos.

El primer cambio lo realizó el técnico tricolor, cuando mandó a la cancha a Kevin Ramírez por el lesionado Gonzalo Castro. Mientras que el capitán albo, Gonzalo Bergessio, quedó en la historia como el primer expulsado en un clásico que fue histórico: el primero en el CDS.