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Nacional vs. Boston River
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TORNEO APERTURA

Boston River ganaba 2-0 por la virtud de haber aprovechado un par de los tantos horrores defensivos que tuvo el tricolor, pero cuando Amaral se puso a jugar brotó el fútbol que le permitió al conjunto de Domínguez evitar la caída.

Es tarde ya para la redacción y el cierre apura, razón por la cual queda para dentro de algunas horas ir a revisar las estadísticas para ver cuánto hace que Nacional no inicia un campeonato sin victorias luego de cuatro presentaciones. Debe hacer un buen tiempo ya, porque si no con la memoria alcanzaría.

“Vamos encontrando el camino, pero nos está costando más de lo que creíamos”, había dicho Eduardo Domínguez antes del partido con Zamora por la Libertadores. La victoria como visitante en Venezuela había sido una buena plataforma de lanzamiento para un equipo lleno de talento, pero con escaso funcionamiento colectivo. Pero no lo fue.

El problema de Nacional no está tanto en la ofensiva -y quedó demostrado anoche-, sino en la retaguardia. El técnico ha movido las piezas, pero no consigue dotar a la formación de solidez. Nacional es un equipo que invita a ser atacado, porque los rivales no necesitan tener un gran volumen de llegadas para concretar. Con ser medianamente efectivo, logran marcar la diferencia. Boston River lo dejó muy claro ayer.

Nacional vs. Boston River
Festejo de Boston River en el Parque Central. Foto: Marcelo Bonjour

Mientras el tricolor manejó la pelota, la pasó de un lado al otro, tiró innumerables de (malos) centros y dilapidó un montón de situaciones propicias para anotar -muchas veces por la muy buena actuación del arquero Gonzalo Falcón-, Boston River capitalizó un par de envíos al área y se puso 2-0 arriba.

Horrores defensivos propiciaron los tantos rojiverdes, más que la pericia para definir de los jugadores visitantes. Esos fallos defensivos (los laterales fueron desbordados y Rafael García perdió casi todos los mano a mano y en el primer gol fueron tres a buscar un centro para dejarle servida la pelota a Gurri, quien sacó un zurdazo infernal al ángulo) contagiaron de nerviosismo a todo el equipo. Sin embargo, el antídoto estaba en el banco.

“Chory” Castro por un inoperante Brian Ocampo fue el primer cambio, ya para iniciar el segundo tiempo, aunque no fue esa la variante determinante, sino el ingreso de Rodrigo Amaral. En una jugada arriesgada del técnico Eduardo Domínguez, mandó a la cancha al talentoso volante por Mathías Cardacio, dejando solo a Felipe Carballo como hombre de marca. Cayó el 0-2 casi como naturalmente, pero el fútbol de Amaral fue más contagioso que los yerros defensivos.

Rodrigo Amaral
Rodrigo Amaral entró y fue clave para rescatar un punto. Foto: Marcelo Bonjour

Se juntó con Santi Rodríguez, asumió el rol de conductor, puso el 1-2 luego de un pase del juvenil y mandó pases punzantes que pusieron a Nacional en carrera, ante un Boston River que sintió la expulsión de Pablo Álvarez a los 82’ y sucumbió ante la presión tricolor.

Nacional no jugó bien y hasta ahí el vaso medio vacío. El medio lleno es que si bien volvió a ceder puntos y está lejos de la punta, trajo desde el abismo un empate, pudo ganar y se demostró a sí mismo que tiene soluciones. Juntar a Amaral y Santi Rodríguez es una. ¿Y atrás no será hora de ver a Felipe Carvalho en la zaga?

Primer tiempo.

Nacional empezó con todo. Eduardo Domínguez recurrió a la rotación pensando en el enfrentamiento con Boston River, pero también en el del martes ante Atlético Mineiro. Y los primeros minutos fueron muy alentadores.

Tres llegadas en 20 minutos, todas detenidas por el arquero Gonzalo Falcón, y la sensación de que el muy ofensivo 4-2-1-3 haría caer el arco rojiverde en cualquier momento. Pero no fue así. El tricolor empezó por no ser efectivo, luego perdió precisión, más tarde empuje y terminó desinflándose una vez que Boston River se acomodó al partido.

El mérito del equipo dirigido por Gastón Machado fue la paciencia. Se aguantó la tormenta, comenzó a salir del asedio y a llegar con remates lejanos. Hasta que pasó lo inesperado.

A los 41' hubo un desajuste masivo en la defensa tricolor, un desborde por la izquierda terminó en centro que fueron a buscar tres futbolistas de Nacional a los que la pelota pasó, y Gurri sacó un zurdazo para marcar el 1-0 con el que Boston River se fue en ventaja al descanso.

Segundo tiempo.

Ante el flojo desempeño tricolor de los últimos minutos, Eduardo Domínguez metió un cambio para el inicio. Adentro "Chory" Castro y afuera Ocampo. Y un rato más tarde, antes de los 60', ya estaba en cancha Rodrigo Amaral para hacer su debut en el Apertura luego de un desgarro.

La salida de Cardacio para darle lugar a Amaral desnudó la urgencia tricolor y por qué no la desesperación. Felipe Carballo quedó como único contención, porque había cinco ofensivos: Rodrigo, Santiago Rodríguez, Sebastián Fernández, Gonzalo Bergessio y Gonzalo Castro. Sin embargo, el problema mayor no era ofensivo, porque el tricolor generaba y chocaba contra un Falcón inspiradísimo para atajar todos los intentos del local.

La gran falla tricolor pasaba por la defensa, donde Rafael García era superado en cada uno de los mano a mano y los laterales llegaban tarde a los cierres.

Y con el bajísimo rendimiento defensivo que había, no era la noche para regalarse tanto. Boston River lo aprovechó, sacó un tiro libre sobre la derecha, puso la pelota en el área y los horrores defensivos de Nacional hicieron el resto. Eso y la gran fortuna de Fratta, que luego de no haber podido conectar de primera y aprovechando un rebote de Conde, llegó a tocar con el taco para poner el 2-0.

El estupor ganó a los aficionados tricolores, que perdieron la confianza pero volvieron a creer cuando a los 76' se juntaron los talentosos. Santi Rodríguez desbordó por izquierda, puso el centro al segundo palo y Amaral se zambulló para tocar con el pie el balón hacia el 1-2. Nacional estaba otra vez en partido.

Amaral se puso a jugar, contagió a sus compañeros, Boston River perdió a Pablo Álvarez a los 82' por tarjeta roja y llegó el empate, luego de que Sebastián Fernández desbordara por izquierda y provocara una mano desde el piso de Fratta. Bergessio se paró detrás del balón, lo cruzó y puso el 2-2.

Gonzalo Bergessio
Gonzalo Bergessio dispara y anota el 2-2 de penal. Foto: Marcelo Bonjour

Aún había tiempo para seguir de largo y Santi Rodríguez casi logra el tercero enseguida de la igualdad, pero el tanto de la diferencia no llegó y Nacional debió conformarse con otro empate, el tercero en cuatro presentaciones. Lo más preocupante es que, luego de cuatro fechas, sigue sin ganar. Lo mejor fue que recuperó a Amaral.

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