TRICOLORES

Dos goles en 360 minutos de juego, así que en Nacional no hay mayor petición que la de terminar con un registro tan pobre que forjó, entre otras cosas, que se perdieran dos partidos en el remate del Torneo Apertura y se empatara en el primero del Torneo Clausura.

Desde la victoria conseguida en la duodécima fecha del Apertura, ante Deportivo Maldonado (2-0) con tantos de Gonzalo Bergessio y Leandro Fernández, al tricolor se le cerró el arco del adversario. Cayó ante Cerrito 2-0, perdió frente a River Plate 2-0 y lo único que logró fue la victoria por la mínima diferencia ante Liverpool y el empate en un tanto con Cerro Largo en el Raúl Goyenola.

O sea, que este regreso de “Lavandina” Bergessio, el gran exponente goleador que tiene desde hace varios años Nacional puede empezar a colaborar para terminar con la pobreza goleadora que se ostenta.

Es real que Bergessio jugó ante Liverpool y ante River, pero también lo es el hecho de que si no anota el cordobés no aparece otro futbolista que asuma el papel de protagonista en las redes rivales.

Esto resalta sobremanera en la efectividad que se registra en la temporada actual y por toda competencia, donde Bergessio acumula 18 goles y los que le siguen son Leandro Fernández con cinco y Brian Ocampo con cuatro. Y tras ellos está Alfonso Trezza con dos (cifra a la que también llegó Guzmán Corujo).

Es fácil de entender, entonces, algunas de las razones que llevaron a que al equipo se lo reforzara con dos zagueros que se hacen fuerte en el área rival (Diego Polenta y Mario Risso) y que también se fuese a buscar a Matías Zunino, un mediocampista que tiene buenas estadísticas en el rubro conversiones.

Los problemas de goleo de Nacional, hay que ser precisos en esto, no se ajustan de forma exclusiva a los últimos cuatro partidos a los que se hace referencia, porque a lo largo del recorrido del Apertura y este primer cotejo del Clausura el tricolor tiene menos goles a favor que tres equipos: Liverpool, River Plate y Montevideo City Torque. Si bien tiene la misma cuota goleadora que Peñarol, su defensa es más débil que la aurinegra porque recibió 15 goles contra los 11 que encajó su rival de todas las horas.

Ahora bien, para que se eleve el nivel de goleo es clarísimo que resulta vital tener en la cancha una máquina de convertir como Bergessio, que está a 12 tantos de llegar a los 100 goles oficiales con la camiseta de Nacional, pero también hay que crecer en el nivel de juego.

Si no se fabrican las mejores jugadas para que las culminen los definidores, las dificultades seguirán estando.

Ligüera, quien dijo que seguramente se verá otro trabajo de Nacional en el Gran Parque Central, lo que espera es que su equipo tenga al adversario contra las cuerdas y que el fútbol además de ser intenso se desarrolle lo más cerca posible del área rival.

Para empezar a construir ese equipo, seguramente necesitará más partidos e ir adaptando cada pieza al funcionamiento colectivo.

Para recibir a Progreso en el Gran Parque Central ya se sabe que armará un ataque diferente, porque vuelve el goleador, y también una línea de zagueros distinta, porque a Risso lo echaron ante Cerro Largo y el Mathías Laborda le ganaría la pulseada a Nicolás Marichal.

El ensayo realizado táctico realizado en la Ciudad Deportiva de Los Céspedes entregó algunas señales, aunque el entrenador se encargó de dejar en claro que no está todo resuelto porque hay jugadores que pueden aparecer el domingo si se confirman evoluciones.

Si se tratase exclusivamente de lo que se llevó a cabo en el fútbol interno, Rafael García seguiría sosteniéndose en el puesto de volante central, Matías Zunino ingresaría al carril derecho del mediocampo porque a Ángelo Gabrielli no lo mueve nadie del puesto de lateral.

O sea, que frente al Gaucho del Pantanoso los once que podrían salir desde el inicio son: Sergio Rochet; Gabrielli, Laborda, Polenta, Camilo Cándido; Zunino, García, Felipe Carballo; Ocampo, Bergessio y Trezza o Leandro Fernández.